Soy un ser humano, no un hacer humano; así que me describiré como tal. Me gusta el café fuerte. Sin azúcar. Las personas me gustan al revés. Me encanta observar. Escribir aún más. Disfruto de una buena conversación. De un buen vino. Soy apasionada; por la vida, por el arte, por el entendimiento. Mi superpoder es mi sensibilidad. Soy artista y musa. Desbordada por reflexiones confusas. Un día soy y el siguiente, depronto; entre esos momentos de lucidez y confusión, escribo. Me describo poco porque me limito.
Que a veces suenas igual a tus papás; que tus ahorros de años los usan otros para darse buena vida; que tienes puntos medios con tus extremos; que los que odias a veces hacen bien las cosas; que te avergüenzas por el que votaste; que el 10% de tu ciudad no tiene acceso al agua; y que los políticos que te dan sueño toman decisiones que provocan insomnio, es algo que no quieres escuchar.
Que a veces suenas igual a tus papás; que tus ahorros de años los usan otros para darse buena vida; que tienes puntos medios con tus extremos; que los que odias a veces hacen bien las cosas; que te avergüenzas por el que votaste; que el 10% de tu ciudad no tiene acceso al agua; y que los políticos que te dan sueño toman decisiones que provocan insomnio, es algo que no quieres escuchar.