No apta para señoritas: afecto sin razones
«Sus temores me quiebran. Maní padece algo parecido a ataques de pánico, no se halla, busca escondite y tiembla por horas. En ese tiempo Coco se acuesta a su lado y lo acompaña, silencioso. Solo con su presencia lo reconforta. Sin más.»
No apta para señoritas: somos ocasiones
«Mantener la bandera del “yo soy así” es arrogante y, además, ingenuo. Uno no “es así” y ya. Pretender que no hay espacio para el cambio y el crecimiento es asumir que somos seres terminados, concluidos»
No apta para señoritas: las penas de la ansiedad
«Ad portas de elecciones, nos queda revisar con lupa cuál candidato tiene la salud mental como uno de los ejes de su plan. Que no nos de pena hacer seguimiento y exigir.»
Leonor Esguerra: la fuerza de la convicción en las pequeñas revoluciones cotidianas
«En medio de la aceleración actual el sentido de las pequeñas revoluciones nos puede llevar por una vía más compleja y genuina de relacionamiento con el mundo, reivindicando la posibilidad de disentir para construir.»
No apta para señoritas: de eso sí se habla
«Es con la conversación como trascendemos la política y comprendemos que más que un trámite electoral es una dimensión que permea todas nuestras posibilidades de decisión, tanto en lo público como en lo privado.»
No apta para señoritas: otra forma de amor
«Entonces, quiero creer que supo que ya todo estaba bien, que mi mamá estaba recuperada y que las palabras tiernas de mi papá también le pertenecían a Bambú.»
No apta para señoritas: violentos, todos
«Ya Freud nos dijo que la relación con los otros seres humanos es quizás el sufrimiento más doloroso, y ubicó la cultura como una manera de regular las relaciones entre sí.»
No apta para señoritas: ni bonitas, ni jóvenes, ni santas
«Hay gente que nos repele y de quienes, sencillamente, no queremos ser amigas. Somos soberbias y vanidosas porque, de alguna manera, aprendimos a defendernos así. Sentimos pereza. Y sí, mundo, sentimos lujuria y ¡nos encanta!»
No apto para señoritas: sé libre, sin demora y sin amar
«Es la relación entre la política y el amor, una unión poco común en nuestros entornos, sobre todo cuando en el ámbito público pesa el interés particular sobre el común -casi siempre-. No hay “nosotros” en sentido amplio y de la acción común. Se establece un “nosotros” pobre, que cumple con la función divisoria que polariza: nosotros y ellos.»
No apta para señoritas: son mías y soy de ellas
«Mis amigas de la juventud me mostraron las puertas de esta ciudad. De su mano comprendí que la belleza y la inteligencia femenina no tenían que reñir, aunque Medellín se empeñara en pedirnos que sonriéramos sin pensar.»