Antes de la Antioquia Federal

Antes de la Antioquia Federal

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Antes de hablar de Antioquia federal, debemos reconocer con responsabilidad y ocupación algunos desafíos cruciales de nuestro de departamento que deben ser abordados con valentía y determinación. El informe «Crecimiento Verde» del Instituto Global para el Crecimiento Verde (GGGI), identifica cinco temáticas prioritarias para el presente y futuro los antioqueños: deforestación, productividad agropecuaria, biodiversidad, vulnerabilidad al cambio climático y pobreza. Estas problemáticas requieren soluciones prontas y efectivas por parte de organizaciones sociales, académicas, empresariales y gubernamentales.

Es imprescindible romper con la concentración de actividades CTI en Medellín y el Valle de Aburrá para democratizar y conectar los beneficios del progreso científico y tecnológico en todos los municipios de Antioquia. Es hora de impulsar la descentralización del conocimiento y promover la transferencia de tecnología a todas las regiones del departamento. Solo así lograremos un desarrollo equitativo y aprovecharemos plenamente los recursos y talentos de todas las zonas de Antioquia.

No podemos quedarnos rezagados en productividad. Aunque ostentamos la cuarta productividad laboral más alta del país, estamos un 21% por debajo del promedio latinoamericano y a una abismal diferencia del desempeño de los países de la OCDE. Debemos transformar la industria manufacturera y el sector agropecuario con innovación, sofisticación y la búsqueda de nuevos negocios y oportunidades en sectores como el turismo, los nómadas digitales, servicios de salud especializada y servicios BPO. Solo así lograremos competir, crear riqueza y generar empleo de calidad.

Pero en el campo, en nuestros rios y montañas, también está el presente y el futuro de Antioquia. Somos responsables del 9,4% de la deforestación total de Colombia, con el Nordeste y el Bajo Cauca Antioqueño como epicentro del problema. Proteger el bosque seco tropical y el bosque húmedo-seco tropical debe ser nuestra responsabilidad y prioridad. Necesitamos fortalecer estrategias de conservación y monitoreo de los recursos naturales, educación ambiental, gobernabilidad, inversión económica e infraestructura para proteger los Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas –POMCAs-, instrumentos a través de los cuales se realiza la planeación del uso coordinado y sostenible del suelo, de las aguas, de la flora y la fauna.

La crisis de calidad del aire es inaceptable. Nuestra tasa de mortalidad atribuible a la polución supera el promedio nacional y duplica el de los países de la OCDE. Debemos ser contundentes en la adopción de políticas ambientales audaces, promoviendo la transición hacia energías limpias y renovables, implementando medidas de movilidad sostenible y exigiendo estándares más estrictos para la industria y el transporte público. La esperanza de vida saludable en Antioquia es alarmantemente baja. Mientras que en los países de la OCDE se disfrutan 71,4 años de vida saludable, nosotros nos limitamos a 67,2 años. Esto tiene consecuencias no solo en la calidad de vida de nuestros ciudadanos, sino también en la carga económica de los sistemas de salud. Exijamos inversiones significativas en infraestructuras sanitarias, promoción de hábitos saludables y acceso equitativo a servicios médicos de calidad en todas las regiones del departamento.

El futuro energético de Antioquia y Colombia está en juego. Nuestra demanda energética representa el 10,3% del total nacional. Promovamos una transición acelerada hacia fuentes de energía renovable, reduciendo nuestra dependencia de combustibles fósiles y promoviendo la eficiencia energética en todos los sectores. Celsia no inspira y debería ser ejemplo pata  Es hora de liderar la transformación hacia un modelo energético sostenible y ser ejemplo para otras regiones.

Antioquia enfrenta desafíos cruciales en su camino hacia un desarrollo sostenible y próspero. Antes que sueños separatistas y de supremacía trasnochada, exijamos a nuestros líderes políticos y empresariales un compromiso real con la resolución de estas problemáticas. No podemos permitirnos la politiquería ni el estancamiento. La ciencia es el camino, la naturaleza la repuesta. No dependemos de milagros o falsas promesas, dependemos de nuestras propias decisiones como sociedad y de la elección de líderes conectados con los dolores y las palancas de progreso de Antioquia.

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