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En Colombia estamos polarizados, no hay duda, y hay personas y conductas bastante cuestionables en ambos bandos. Pero no hay equivalencia, las propuestas de Petro han traído hambre y miseria generalizadas allí donde se han implementado, aquí expongo tres desastres garantizados:
1. Emisión monetaria: Aunque parece sacado de un mundo de fantasía creer que la pobreza se acaba imprimiendo billetes y repartiéndolos, es una propuesta real del candidato que encabeza las encuestas. Es sencillo, a más oferta de billetes se reduce su valor. Argentina está con la soga al cuello por ello, y hasta Estados Unidos, que tiene una economía gigante, se animó a emitir durante la Pandemia y hoy paga las consecuencias con una inflación no vista en décadas. Los Kirchner jugaron a emitir para financiar pensiones públicas y “beneficios” sociales, y hoy un peso argentino tiene más utilidad como papel higiénico que como moneda.
2. Cese de la exploración petrolera: En la campaña de Petro dicen, como si se tratara de cosas muy diferentes, que él no va a acabar con la explotación sino con la exploración petrolera. Pero teniendo en cuenta que solo tenemos reservas para unos 6 u 8 años, dejar de explorar equivale a dejar de explotar. Hay que hacer una transición energética, de eso no hay duda, pero ni en 6 años la habremos hecho ni se logrará acabando con Ecopetrol, la empresa más grande del país, que le hace a la Nación billonarias transferencias y la que garantiza la entrada constante de dólares al país; así hay pocas posibilidades reales de financiar un cambio hacia energías limpias. Mucho le gusta hablar de soberanía a la izquierda, pues seguir explorando es clave para mantener la producción de nuestro propio combustible. Además, pondríamos a Colombia a pagar los platos rotos de la contaminación global cuando su huella planetaria es minúscula.
3. Desembalsar Hidroituango: Esta propuesta de Petro sería el acabose para EPM, una empresa pública y del top 5 de compañías del país. Su clausura implicaría que Medellín y Antioquia, socios del proyecto, pierdan como mínimo la inversión de 16 billones (casi 3 veces el prespuesto anual de la capital antioqueña), por no hablar de las ganancias que sacrificarían a futuro. Nuevamente insisto en lo de la soberanía, Hidroituango es clave para mantener la independencia energética del país y para reemplazar las mucho más contaminantes termoeléctricas ¿No es ese el cambio que buscamos?
Solo con estas tres propuestas ya tenemos garantizada la debacle del país, y no he mencionado otras terribles como la intervención a la independencia del Banco de la República, el alza de impuestos a los empresarios, el fin de los fondos privados de pensiones, que el Estado le garantice un empleo público a cada desempleado o el cese de importaciones. Definitivamente son dos extremos que no son equivalentes, no estamos jugando.