Ser capaces de mirar otros ojos y ver en ellos la necesidad humana: de soltar, de entregar y de sentir. Ser capaces, en uno y en otro, de reflejar la sensación sobre el instante y de entender la vida como la inmediatez en retrospectiva. Ser la luz que ve en la paciencia: la que resiste y reconoce.

Ser capaces de mirar otros ojos con el fin de perdonar por el daño, el vacío, el insomnio, el llanto, y el día que no termina. Ser capaces, por el perdón derivado, de apostar por el encuentro que trasciende: a la memoria, a la permanencia, a la infinitud, y a la espera. Ser capaces de cuestionar el creer en la suficiencia, el desprendimiento, el desamor, la causa, el medio, el fin.

Ser capaces de encontrarnos con otros y renacer.

Ser capaces de abrazar la ausencia y ver en ella la oportunidad de entrega.

Ser y parecer.

                        Así no hayamos podido perdonar.

Otros escritos de esta autora: https://noapto.co/valentina-arango/