Aquí no me gusta escribir sobre política. Tampoco quiero ahondar en las razones por las que las reformas legales que hoy cursan en el Congreso me parecen desafortunadas. Lo que sí haré es, por lo menos, dejar trazado mi reproche al afán por reformar que se ha materializado en este Gobierno en unos textos vagos y carentes de contenido riguroso. Que esos textos se filtren, y que estén incompletos, en control de cambios y con artículos contradictorios entre sí solo muestra la desesperación por “radicar” ideologías sin un camino claro para la transformación social. El poder simbólico aquí ha sido claro: la subsistencia de los diferentes actores del sistema está en juego y es solo gracias al afán reformista y a la indiferencia frente al valor generado hasta ahora.

Yo sí espero una pausa en el camino y un debate de alto nivel en el Congreso que evidencie los riesgos e inconsistencias que pueden estar encajonados en esos textos. Y espero, ante todo, que lo que mueva la conversación no sea el interés transaccional que suele primar en la política.

Otros escritos de esta autora: https://noapto.co/valentina-arango/