Polo Polo y el rechazo a la infamia

Polo Polo y el rechazo a la infamia

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Uno de los legados de Álvaro Gómez Hurtado, el líder conservador asesinado en 1995, fue la promoción de aquel pacto entre distintas fuerzas políticas al que llamaba “los acuerdos sobre lo fundamental”. Gómez Hurtado buscaba que los partidos políticos convinieran unos mínimos universales para, a partir de allí, promover una agenda transformadora en el país. Que tuvieran un piso moral más o menos común desde el cual pudieran extenderse las diferencias políticas. El proyecto estaba muy bien intencionado, pero tenía grandes asuntos prácticos que resolver. ¿Cuáles eran esos mínimos?  ¿Qué es lo fundamental?

Jaime Hernando Garzón Forero señaló en una entrevista parte de las dificultades de esto. Contó entre risas que el primer acuerdo que proponía Gómez Hurtado era la distinción entre el bien y el mal. “Imagínese hermano, imagínese eso. La historia de la filosofía lleva once escuelas del pensamiento en este siglo diferenciando el bien y el mal, y él quiere en un acuerdo sobre lo fundamental… entonces no hay nada que hacer”

Dejando de lado la ingenuidad o el idealismo de los acuerdos sobre lo fundamental, la idea de Gómez Hurtado será valiosa siempre. En tiempos donde los partidos políticos parecen radicalizarse al punto de no tener nada sobre qué conversar, parece necesario insistir en lo imperativo de un pacto mínimo. Tendríamos que ser obstinados con la idea de que es posible tener unos políticos en las antípodas que converjan en dos o tres ideas generales frente a la sociedad.

La semana pasada el representante a la cámara Miguel Polo Polo, luego de poner en duda las 6402 ejecuciones extrajudiciales que cometió el ejercito de Colombia entre 2002 y 2008, violentó a las Madres de la Candelaria y otras asociaciones de víctimas de falsos positivos. Las botas de caucho que las madres ubicaron en la plaza Rafael Núñez, en referencia a las que les pusieron a sus hijos para hacerlos pasar por guerrilleros, fueron botadas a la basura por el representante, en lo que constituye un capítulo más de la historia nacional de la infamia. 

La infamia y los crímenes de Estado son asuntos que podrían nutrir esos acuerdos sobre lo fundamental. La izquierda y la derecha debería rechazar sin matices el comportamiento de Polo Polo. No deberíamos permitir que nadie ponga en duda las ejecuciones extrajudiciales cometidas de forma sistemática por el ejército de Colombia. Durante muchos años se dijo que eran un invento de ONGs de izquierda, y la lucha de muchos, especialmente de las madres, logró evidenciar la barbarie. Su rechazo, el de la infamia y la barbarie, debería ser el primer acuerdo sobre lo fundamental. Algo de razón tenía Gómez Hurtado con su ambiciosa meta de distinguir el bien del mal.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/juan-pablo-trujillo/

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