Un par de días después de criticar la letra de un reguetón porque hablaba de una menor de edad, Petro nombró como “gestor de paz” a alias “Taladro”, probado violador de centenas de mujeres, entre ellas varias menores de edad. Y hay muchas cosas que están mal con esto: la hipocresía del presidente, el mensaje social que da el Estado dándole estatus a un criminal y, también, el silencio pusilánime del movimiento feminista, que tanto apoyó al actual mandatario.

No es que faltaran pruebas, pero se demuestra una vez más que al feminismo no le importan las mujeres, le importa posicionar la agenda de la izquierda, incluso si es a costa de sus congéneres. ¿Porque se imaginan donde la gracia de nombrar al exparamilitar Hernán Giraldo, la hubiese hecho un presidente de derecha? Todavía estarían destrozando las calles del país, pero como quien gobierna es de izquierda…

Y no es el único ejemplo, es ruidoso el silencio del gobierno feminista frente a los actos de sus copartidarios que cargan un lastre de denuncias de acoso sexual y violencia, como Holman Morris, Armando Benedetti, Diego Cancino o Álex Flórez. Ahí sí no hay escrache, no hay marchas, no hay presión, no hay murales, no hay exigencias, no hay indignación.

Curiosamente la situación parece no ser muy diferente en las izquierdas argentina y española, que han sido referentes para la nuestra. El expresidente Alberto Fernández, quien se declaraba el “primer feminista de Argentina”, enfrenta graves acusaciones por violencia contra Fabiola Yañez, su expareja; y no es muy diferente la situación de Íñigo Errejón, uno de los fundadores del partido español Podemos y quien acusaba de machista a todo lo que no fuera de extrema izquierda. Lo cierto es que nadie en el gobierno parece estar del lado de las mujeres víctimas de alias “Taladro”, y no deja de ser curioso y triste ver la desproporción entre la indignación por la letra de una canción frente a la que produce que nos quieran hacer pasar a un depredador sexual como un “gestor de paz”. Un gobierno que siempre termina del lado de los criminales no puede continuar.

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