El Partido Verde se fue con toda para la campaña presidencial del 2026 sacando al ruedo a su flamante candidata, Claudia López, y su estrategia es presentarla como un contrapeso a Petro. Y aunque voy a rajar de ese combo en esta columna, en realidad es más lo positivo que tiene esta noticia. Porque si dos años antes de que acabe el mandato del presidente, la clase política ya lo da por muerto y empieza anticipadamente la campaña, es que de verdad este gobierno no da más.

Además, de positivo tiene que pese a que los verdes apoyaron activamente al gobierno en campaña (excepto el señor Jota Pe Hernández) y se plegaron a su narrativa de que quien no votara a Petro era un cavernícola que disfrutaba asesinando a sus congéneres con motosierra, pese a que son herederos de la personería jurídica del M-19, y aún así, tienen que posar de opuestos para tener alguna posibilidad electoral, es que no alcanzamos a dimensionar el tsunami que será la derecha en las urnas.

Y aquí viene la tiradera. Ahora posan de antipetristas sus cómplices, los que declaran en ruedas de prensa y en redes en contra de Petro, pero que a la hora de votarle sus proyectos en el congreso y de recibir cargos en el gobierno nacional son los primeros en la fila.

No es una fórmula nueva del Verde, quienes militan en el centro creen que les va mal electoralmente por una especie de complot entre los políticos, pero la realidad es que la ciudadanía les cobra su incoherencia. No son de centro porque sean moderados, sino porque quiere decir que se venden para cualquiera de los lados.

La misma aplicaron los verdes en Medellín, públicamente estaban en contra de Quintero, pero luego eran felices recibiéndole la subsecretaría de espacio público y avalando a sus candidatos al concejo, de hecho, el único concejal de esa colectividad es Alejandro Arias, ex secretario de desarrollo económico de la pasada alcaldía y una de las pocas voces defensoras de la administración anterior en la colectividad. Pullas en público, cariño en privado.

Mejor dicho, el Partido Verde es como cuando sale a la luz pública que un producto es muy malo, y le hacen re branding diciendo que ya es bajo en azúcares. Eso son los verdes, petrismo light, y por más que lo intenten con Claudia López a la presidencia, los colombianos ya sabemos cómo funcionan sus engaños, no lo lograrán y los vamos a castigar.

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