La primera vez que voté fue en el año 2010, tenía 21 años y no sabía nada de política, aunque desde muy niña me interesaron los asuntos del funcionamiento del estado y el desarrollo social. Voté con la ilusión intacta de quienes aún no conocen cómo funciona y con la ingenuidad propia de una ciudadana que pone sus esperanzas en el candidato de turno. Mi voto fue por Germán Vargas Lleras en la primera vuelta de las presidenciales de ese año que ganó Juan Manuel Santos.

En esa época, sin saber mucho de nada, o sabiendo mucho, pero debido a la propaganda de los partidos y los candidatos, me consideraba anti uribista y anti fajardista. Hoy que lo pienso, en realidad sólo me gustaba llevar la contraria, porque desafiar el statu quo siempre ha sido lo principal para mí en cualquier asunto de la vida. Tomar postura significa renunciar a otra y yo prefiero quedarme con aquello a lo que no puedo renunciar. Pero ese es otro tema. Hoy prefiero no encasillarme en nada, no soy una persona dogmática y no milito en ningún partido. Entiendo que la política, como nosotros, es cambiante.

Después de eso he votado muchas veces, he cambiado de opinión de acuerdo con la realidad del país y, las últimas dos veces, he sido de esa minoría que aún cree que el centro tiene cabida. No me rindo. Seguiré ejerciendo mi derecho al voto de manera libre y honesta con mis principios, aunque muchas veces algunos de ellos se contradigan. El voto en blanco nunca ha sido una opción.

Elijo pensar en las necesidades generales y en la situación actual de mi ciudad para tomar postura. Así que aquí van mis candidatos y los motivos que me llevan a hacerlo, no a manera de explicación para nadie, sino para dejar constancia de mi forma de pensar hoy, que tal vez pueda ser otra mañana, y porque un día antes de elecciones no tengo otro tema del cuál escribir:

A la Alcaldía de Medellín mi voto será por Federico Gutiérrez. Por su experiencia como alcalde, porque trabajé con él y, aunque sus formas y discurso a veces no me gustan, sé que lo más importante hoy para la ciudad es sacar a la pandilla de Daniel Quintero, y Fico es el único que puede lograrlo.

Al Concejo Municipal, por Esteban Jaramillo Ruiz (Renace 1). Mi primo, mi amigo, uno de los hombres que más admiro y respeto. Por su visión crítica frente a las necesidades de la ciudad, por su liderazgo innato, porque es un aliado de nosotras las mujeres, porque en su agenda están el medio ambiente, los animales, la cultura ciudadana y el deporte como banderas. Este, sin duda alguna, será el voto con más convicción y fe que daré en mi vida. Además, Esteban será un concejal serio y vigilante en la administración de quien llegue. Confío plenamente en él.

A la Gobernación de Antioquia apoyaré a Andrés Julián Rendón. Por su buena gestión en Rionegro y porque, a pesar de que no me gusta su partido ni algunos de sus padrinos políticos, sé que tiene el carácter para desligarse de ellos cuando tenga que tomar decisiones como gobernador. Además, tiene la capacidad de liderar equipos y personas de todos los sectores. Y también porque creo que la necesidad más urgente de Antioquia en este momento es la seguridad y un tipo como él puede ofrecernos soluciones. Espero que no me defraude.

A la Asamblea departamental mi voto es por Alejandra Sánchez, de la coalición Renace. Alejandra es una mujer joven, feminista y pro derechos de la mujer. Confío en su liderazgo y en su capacidad crítica para defender lo que hemos logrado. Será, además, un excelente contrapeso para la gobernación de cualquier hombre que llegue pues, tristemente, hay pocas mujeres en estas corporaciones.

Nos vemos mañana en las urnas.

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