La vida sucede como ya pasó en Los Simpsons, y a Petro le pasó con Milei como a Nelson, el personaje que se burlaba de todos hasta que se metió con quien no debía, pues le devolvió la mofa y lo dejó en ridículo. Petro iba por todo el planeta señalando a todo lo que no se le pareciera de nazi, fascista y corrupto, hasta que llegó el presidente argentino y lo puso en su lugar, el de un vil indultado que nunca se ha arrepentido de sus actos.

Finalmente, por ese tipo de hechos es que Javier Milei se ha convertido en un referente de la derecha, porque pasamos de estar agazapados y con miedo de defender nuestras verdades, callados ante el poder comunicativo de la izquierda, que la hace volverse mainstream, aplastando todo lo que no se le parezca, a dar un paso al frente. Este economista no solo le sale al paso a los zurdos para responder, sino que va al ataque y los deja al desnudo. Bueno, finalmente tiene la mentalidad del futbolista argentino, ya que en su juventud fue arquero de Chacarita, mientras por la misma época, Petro hacía parte de una guerrilla que extorsionaba, secuestraba y asesinaba.

Eso sí, la intelectualidad criolla saltó de sus poltronas dizque para defender la dignidad del mandatario colombiano. No han aprendido la lección, defienden a un cuervo que no duda un segundo en sacarles los ojos, para la muestra, lo que le ha pasado a Alejandro Gaviria.

Además, esa intelectualidad perdió toda credibilidad, hasta hace poco se burlaban del término “castrochavismo”, decían que era un invento de la derecha para incautar tontos. Pero ahí vamos, con Petro manifestando claramente su intención de cambiar la constitución, con una clara agenda de viajes a Venezuela, calificando todos los días a los empresarios de criminales, intentando meternos el paquete chileno de depender del gas venezolano, y finalmente dándole aire a la dictadura de Maduro.

Y sí, dictadura, porque los poquitos visos que tenía de democracia se le han hecho trizas en este proceso electoral, en que el chavismo ha hecho todas las trampas habidas y por haber contra la oposición. Abusos a los derechos humanos ante los que calla el auto proclamado líder mundial, Gustavo Petro.

En una tímida crítica a Maduro, Petro dijo que éste se estaba alejando de “la magia de Chávez”. Ni Voldemort causó tanto daño como esta magia, que llevó a la pobreza al 94 % de la población y a 8 millones de sus ciudadanos a emigrar, en penosas condiciones. Entre los dos bandos que se han formado con Milei y Petro, me siento orgulloso de estar en el del presidente argentino, así no pueda posar de intelectual.

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