La idea de hacer una vaca ciudadana, con el fin de pagar el 5 % que le falta a las vías 4G de Antioquia, es una excelente iniciativa por tres grandes razones: porque ha habido casos similares exitosos, porque nos une como sociedad y porque canalizamos en un propósito positivo, toda la ira y la frustración que nos provoca a los paisas el odio que Petro profesa por Antioquia.

Uno de los referentes viene de Pereira, que a mediados del siglo pasado, cuando aún hacía parte del departamento de Caldas, se enfrentó con Manizales porque esa gobernación no quería financiar proyectos como su aeropuerto y su estadio. Los pereiranos no se quedaron llorando sobre la leche derramada, y con convites, más de 50.000 ciudadanos donaron su mano de obra para hacer realidad estos proyectos. Demostraron que la sociedad sí se puede organizar para hacer lo que el Estado, en tantas ocasiones, es incapaz.

Lo segundo, esto nos une a los antioqueños como sociedad (e incluso despierta simpatía en toda Colombia). ¿Razones para dividirnos? Son miles, pasando por el fútbol, los gustos musicales,  e incluso la misma política, por eso no es extraño escuchar que nuestra sociedad está polarizada. Pero tenemos un motivo para unirnos, encontramos en la construcción de estas vías algo que nos junta, en tanto nos beneficia a todos.

Sí, Petro tiene razón, por esas vías pasarán ricos para sus fincas. Pero también motos con campesinos y obreros rumbo a sus trabajos, buses intermunicipales, camiones con los productos de los campesinos, turistas que quieren conocer regiones antes vedadas. Toda la sociedad gana, por eso a todos nos duele.

Y tercero, tanto en las sociedades como en las personas, cuando la frustración se acumula y no encuentra una salida, esta termina explotando con consecuencias no precisamente beneficiosas. Por eso tenemos que encausar a los antioqueños en un propósito benéfico, y lo tenemos ante nuestros ojos, es la vaca para las vías 4G.

¿Que este costo económico no lo deberían asumir los ciudadanos sino el gobierno nacional? Por supuesto, pero será en Petro sobre quien recaiga esa responsabilidad, y no en la Gobernación de Antioquia y menos sobre la ciudadanía, que no se ha cansado de buscar una alternativa.

Mientras Petro siembra odio, cizaña y destrucción, en Antioquia nos concentramos en todo lo contrario, en unirnos para construir. Cada vez somos más paisas trabajando por este propósito y no estamos solos, es un eco que se está escuchando en toda Colombia.

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