En medio de un cambio de era, es imperativo que la universidad cambie de siglo; por eso, no se puede permitir que la Alma Mater de tantos antioqueños —como yo— se quede a vivir en la nostalgia de lo que fue.
Hoy la Universidad de Antioquia está perdiendo su lugar aspiracional. En el primer semestre de 2019 alcanzó el récord de más de 51 mil inscritos, pero desde eso el número de aspirantes ha descendido vertiginosamente, en el más reciente examen únicamente fueron 21 mil a pregrado.
Pasar a cualquier carrera en la Universidad era sinónimo de alto desempeño; lo que además de evidenciar mérito, era también garantía de calidad. Hoy hay programas académicos a los que únicamente se presentan escasas 50 personas.
El mundo no espera. La transformación tecnológica, la irrupción de la inteligencia artificial y el impacto de los algoritmos en nuestras relaciones humanas han cambiado radicalmente la forma en que pensamos, trabajamos y nos relacionamos. Sin embargo, la universidad pública por excelencia del departamento parece quedarse atrás.
Hoy el 70% de los jóvenes no encuentra relación entre la educación y el trabajo, según una encuesta realizada por la Fundación Empresarios por la Educación. Según el DANE, en Antioquia la proporción de jóvenes entre 17 y 21 años que dedican buena parte de su tiempo a estudiar se redujo en un 16% desde el 2019.
La crisis de la Universidad de Antioquia no es solo económica, es también moral. Cuando se deberían estar afrontando todos estos retos, nuestra Alma Mater está con los bolsillos vacíos y aturdida por discusiones del siglo pasado y, valga la pena mencionarlo, de rumba o ‘melona’ en sus corredores.
Antioquia necesita una universidad pública vigorosa, con recursos suficientes, pero también capaz de hacer renuncias y transformaciones para seguir siendo pertinente. Ese no es un dilema, es una obligación moral de quienes gobiernan y de quienes hemos hecho parte de la comunidad universitaria. De lo contrario, solo prosperarán quienes vean en la universidad un negocio, y no un proyecto colectivo de conocimiento y transformación.
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