La teoría de dejar a las personas

La teoría de dejar a las personas

Escuchar artículo

Suelo huirle mucho a cualquier tipo de contenido de superación personal, incluso, cuando lo que necesito es eso. Ayuda, socorro, compañía; atributos que pudiese encontrar en diversos lugares que no son personas, pero que por prejuicios no fundamentados he evitado recurrir.

Es cuando uno siente tocar fondo que todo se ve atractivo, que incluso rezar se vuelve una opción factible y que la ayuda llega de los lugares menos esperados. Esto mismo me arrojó a un podcast que me ha sacado de situaciones una y otra vez.

Las emociones son el compás que nos muestra los lugares que está visitando nuestra mente, pero cuando uno tiene la necesidad casi automática de controlar todo, la inteligencia emocional se nubla y es casi imposible identificar qué es lo que realmente necesitamos, queremos o buscamos. El control llega y toma todo, y con ello, borra lo real que pudiéramos estar experimentado y lo sustituye con pánico, frustración y angustia.

En uno de esos momentos de control exacerbado llegué a un episodio llamado “Let them theory” o la “teoría de dejar a las personas” de Mel Robins, y en él encontré la paz y calma que tanto buscaba. Una frase particular que lleva a una idea tan simple que se hace absurda:

Dejar a las personas, dejarlos actuar, dejarlos hablar, dejarlos pensar y decidir lo que les venga en gana.

Hacerlo verbal, repetirlo en la mente bajo la literalidad, hablar para nuestros adentros y soltar usando la palabra. Dejar, let them, soltar eso que no puedo controlar, que tanto me perturba pero que no está en mis manos ¿Por qué sufrir tanto?, ¿por qué sentirme tan ofendida por todo lo que hacen, dicen o dejan de hacer cuando la realidad es que es muy poco lo que es personal y, que si está bajo el albedrío ajeno, el estresarme y rumiar al respecto no hará nunca ni la más mínima diferencia?

Dejar a los demás ser bajo lo que pueden dar, brindar lo que puedo sin depender de lo que no está en mi control, que generalmente me paraliza, pero que hoy es una señal para frenar y cuestionar todo a mi alrededor ¿Por qué me cuesta dejar al otro ser, cuando no lo logro comprender?, ¿cuántas horas del día paso realmente tratando de contener lo incontenible?

Tal vez Mel Robins tiene toda la razón y el artífice de tanto estrés, angustia y preocupación es la incapacidad de nadar y dejarme llevar por la misma corriente. Dejarme a mí también ir con ella.

Otros escritos de esta autora: https://noapto.co/mariana-mora/

4.8/5 - (6 votos)

Compartir

Te podría interesar