Inteligencia Artificial para cerrar brechas

Inteligencia Artificial para cerrar brechas

Existen compañías que están usando la Inteligencia Artificial (I.A.) con la intención de aumentar la productividad, mejorar ventas, ser más eficientes y disminuir costos de operación. No tiene nada de malo generar riqueza y usar las tecnologías emergentes para llegar a más clientes y más mercados.

Un ejemplo de estos usos y herramientas lo ofrece la empresa UiPath, con soluciones de automatización robótica de procesos (RPA) que permiten a las organizaciones automatizar tareas administrativas, como la extracción de datos de facturas, la generación de informes financieros y la gestión de inventario.

Sin embargo, es claro que la maximización de la utilidad y la búsqueda de ganancias por sí mismas han generado inequidades sociales, daños irreversibles a la naturaleza y disparidades económicas injustificables. Por ello, es necesario plantearnos las siguientes preguntas: ¿cómo aseguraremos que los beneficios de la I.A. se distribuyan de manera justa y equitativa entre diferentes grupos sociales y países, para evitar la ampliación de las brechas existentes?, ¿o será la Inteligencia Artificial la tecnología que perpetúe las externalidades? o, por el contrario, ¿será la herramienta que nos permita la evolución ética de los negocios y el cierre de brechas sociales, ambientales y económicas?

«He estado pensando mucho en cómo la IA puede reducir algunas de las peores desigualdades del mundo», se pregunta Bill Gates en su blog GatesNotes. Y esta es la pregunta que queremos extender en este espacio a empresarios, emprendedores, líderes sociales, políticos e inversionistas pero, sobre todo, a las personas comunes y corrientes, quienes hacemos uso de estas herramientas y nos beneficiamos o no de los avances tecnológicos.

Por ahora, quisiera señalar tres campos donde la Inteligencia Artificial podría generar un gran impacto positivo y contribuir al cierre de brechas en todo el planeta: la salud, la educación y el bienestar financiero.

En salud, la Inteligencia Artificial podría ayudar a ampliar la cobertura y el acceso a sistemas de salud, podría ayudar a los médicos con el «papeleo», también con los diagnósticos y la prescripción de medicamentos. Podría agilizar la atención facilitando los triajes y haciendo lecturas más acertadas de imágenes o exámenes diagnósticos. Adicionalmente, podría ayudarnos a descubrir nuevos medicamentos y curas para nuestras enfermedades y prevenir pandemias gracias a la capacidad masiva de procesamiento de datos y analítica comportamental predictiva.

En educación, no solo se tratará de visores táctiles o aplicaciones digitales, se tratará de aprendizaje y diseño de rutas educativas que comprendan las habilidades cognitivas de cada estudiante. Por ejemplo, podría ser de mucha utilidad para estudiantes con dificultades en matemáticas, pues podría crear ejemplos y casos hechos a la medida de cada necesidad. La I.A. podrá cautivar la curiosidad de cada estudiante al gamificar cada reto académico. ChatGPT y Wikipedia serán cosas del pasado, cada estudiante será un artista en su propio mundo y el mejor estudiante según sus preferencias.

En las finanzas, la Inteligencia Artificial nos ayudará a tomar las mejores decisiones financieras, nos ayudará a controlar gastos y encontrará para nosotros la mejor institución financiera y el crédito que más nos convenga. Nos ayudará a reducir nuestros sesgos de temporalidad al ahorrar por nosotros y nos alertará sobre una compra innecesaria o una inversión demasiado riesgosa para nuestras capacidades.

Confío en que la I.A. esté a nuestro servicio y bienestar, y no al contrario. Confío en que esta tecnología nos ayudará a cerrar brechas y no a perpetuarlas.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/juanes-restrepo-castro/

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