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La compañía de Amalia se ha transformado a través del tiempo hasta convertirse en una casa abundante, fuerte y llena de vida. En esa casa –que es la amistad contenida y la calma de la simple existencia– he encontrado fuerza para dimensionar lo que me duele, resguardo y silencio para entender mis anhelos, movimiento que me hace sentir viva y risa interminable para encontrar en lo cotidiano el placer que puede llegarse a experimentar en la vida.
Hace un poco más de un año compré unas obras en Policroma, una galería que se siente como un oasis en Medellín. Como en la entrega no pude conocer a Polly, una de sus socias, programé un encuentro en la Sala Alterna que tiene esta galería en The Art Hotel. Fuimos juntas ya que Amalia, además, quería ver las obras disponibles.
Mientras esperábamos nuestra cita en el lobby del hotel, conversamos (y soñamos) sobre el día en el que se inauguraría una exposición completa de Amalia. Y es que a mí no me quedaba la menor duda: como las palabras nos permiten construir la realidad que anhelamos, en el encuentro con Polly surgieron ideas y posibilidades. Malis –que es como muchos la conocemos– tenía que enviar una propuesta de lo que sería su exposición.
Un par de semanas después, en medio de una visita a su casa, hablamos de la sincronicidad del duelo que estábamos experimentando. ¿Cómo se sentía el duelo en el cuerpo? ¿Cómo crear nuevos soportes para seguir viviendo? ¿Cómo aliviar el dolor que no nos deja ver? ¿Cómo aceptar que el duelo es atemporal –que agota, ahonda, persiste–? ¿Cómo nombrar la pérdida? ¿Cómo entender el estar vivo a pesar de la ausencia de quienes han muerto?
Una parte de mis respuestas ha estado plasmada en varias de mis columnas: el duelo es el peso que inhibe el movimiento y el pánico por seguir viviendo. El duelo es, también, la oportunidad de hacernos nuevas. Su respuesta –profunda y llena de la belleza que la caracteriza– pueden apreciarla a partir de hoy.
El anhelo compartido de hace un año es una realidad: Amalia expondrá “Tango para el duelo” en la Sala Alterna de Policroma en The Art Hotel desde hoy a las 5:00 p.m. hasta el 14 de septiembre. La elegancia de su obra logra mostrar, en lo cotidiano y sensible, su fortaleza y su capacidad de conectar con lo que nos rodea.
Mis palabras no serán suficientes para mostrarle a ella la admiración y amor profundo que le tengo, pero sí lo serán para invitarlos a ustedes a que no se pierdan la posibilidad de ver en su obra, también, lo que les duele. El regalo, para mí, será siempre que nuestra amistad sea una casa: presenciar su proceso creativo y su compañía incondicional han sido soporte vital.
Otros escritos de esta autora: https://noapto.co/valentina-arango/