El pez muere por la boca, o por las cámaras, sería la modificación al refrán popular si pensamos en Daniel Quintero Calle, su esposa, su hermano Miguel y algunos funcionarios de la Alcaldía actual que, de la mano de contratistas de dudosa reputación, están pisoteando a Medellín.

La frase, que quedó grabada y fue presentada por la Fiscalía en la audiencia en la que la entidad solicitó medida de aseguramiento para Lina Gil, Alexandra Agudelo y Henry Gómez por el caso Buen Comienzo, resume el presunto intento de manipulación de las pruebas que querían hacer algunos de los personajes inmersos en este hecho terrible que pone en peligro la nutrición de parte de los niños y niñas de la ciudad, así como de las madres gestantes y lactantes que están en el programa.

Menciono a Quintero, su esposa y su hermano, porque, aunque no estén directamente relacionados con el caso, sí saben lo que sucede en la Alcaldía; lo increíble es que, sabiendo lo que sucede, Quintero se dedique a defender a la secretaria de Educación en contra no sólo de toda la ciudad, sino de los niños, niñas y madres. Primero el poder que la gente.

Cuando escuché la frase me pareció paradójica. Quintero, no sólo estos días con su obsesión por hacer de la llegada de RBD un evento masivo mediáticamente hablando, sino durante toda su Alcaldía, ha priorizado las cámaras, haciendo de ellas las verdaderas lideresas de la ciudad, porque él hace lo que dictan, lo que sí registra bien, lo que embelesa a la gente a través de sus lentes, lo que es digno de ser grabado, difundido, viralizado. 

Las cámaras para Quintero han sido su razón de ser -pan y circo como los romanos- y su forma de expandir su figura de emperador montañero, sus frases bobas y sus lugares comunes; han sido, además, sus mejores amigas, y gracias a una era digital que prioriza la estupidez, el escándalo y la extravagancia (¿La extra vagancia? También) las que le han dado la posibilidad de ser alcalde y figura nacional. Vive por y para ellas.

Sí, Daniel, “las hijueputas cámaras están prendidas” y, para bien, tu Alcaldía está quedando grabada. Me alegro por Medellín.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/daniel-yepes-naranjo/