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Hace cuatro años Carlos Fernando Galán me propuso que acompañara su segunda candidatura a la alcaldía de Bogotá como director programático. Esa fue una campaña muy especial. Recogimos firmas durante varios meses y construimos una propuesta programática con base en la premisa de plantearle a la ciudad aquellas cosas viables y responsables técnicamente. Se planteó una campaña distinta, en la que incluso llegamos a hablar bien de los contendores y a reconocer aciertos en sus propuestas.
Todo esto tuvo eco en la ciudadanía y en cuestión de dos meses el panorama de la campaña había cambiado por completo: a un mes de las elecciones, Galán pasó del 16% al 31% en intención de voto, mientras que Claudia López pasó del 42% al 25%. No es que las encuestas se equivocaran. López cometió algunos errores, mientras que nuestra campaña fue mucho más innovadora. Galán entraba al último mes de campaña con 6 puntos de ventaja.
¿Qué pasó? Sufrimos varios ataques de campaña negativa desde varios frentes que frenaron nuestro crecimiento y le dieron una oportunidad a Claudia López para corregir y recuperar el par de puntos que le hacían falta para meterse en el margen de error, en cambio Galán se estancó. Este es un riesgo enorme al que se enfrentan las campañas cuando comienzan a liderar. Se convierten en el blanco predilecto del fuego cruzado. Todos quieren golpear al primero.
Hoy nos enfrentamos a un escenario similar. En su tercera aspiración a la alcaldía, Carlos Fernando vuelve a liderar las encuestas en un contexto que hace unos meses parecía absolutamente adverso. Al igual que en la anterior, faltando un mes, Galán marca por encima de 30 puntos, mientras que el segundo, Bolívar, está alrededor de los 20 puntos, 5 puntos por debajo de lo registrado por Claudia hace cuatro años y el tercero, Oviedo, está enredado jurídicamente y no ha logrado frenar su desplome.
Así las cosas, lo más probable es que vayamos a segunda vuelta. Si Galán crece 10 punto en estas cinco semanas que quedan y Bolívar no logra llegar a 30, nos ahorraríamos la segunda vuelta y enviaríamos al presidente Petro un mensaje claro de respeto por la autonomía de Bogotá. Todo puede pasar en estas cinco semanas. El presidente ha venido interfiriendo en el debate electoral, en temas como la extensión de la Av. Boyacá o la financiación del transporte público y ya anunció una serie de eventos en el occidente de la ciudad en un claro espaldarazo a su candidato.
Nada esta definido aún. Galán tiene una ventaja más grande que hace cuatro años pero también existe la posibilidad de una segunda vuelta en la que la interferencia del gobierno nacional podría tener mayor peso y en ese caso, el daño causado por la propaganda negativa podría tener efectos lamentables.
Hace cuatro años un sector de la derecha puso en marcha una estrategia para desprestigiar a Galán, acusándolo de ser cercano a las Farc. Para ello, elaboraron algunos videos con información falsa que difundieron principalmente a través de whatsapp. Buscaban torpemente que Miguel Uribe creciera y lo único que lograron fue darle una ventaja a Claudia López. En esta ocasión la supuesta estrategia es aún más torpe: ninguno de sus dos candidatos, Molano y Vargas, ha logrado superar el 15% en la intención de voto en las encuestas. ¿a qué juegan?
Pero ese sector de la derecha no fue el único. No se puede olvidar que José Roberto Acosta, exfuncionario de Claudia López y hoy funcionario del gobierno Petro, el hoy senador Ariel Ávila y su socio León Valencia también corrieron la línea ética atacando a Galán. Faltaba menos de un mes para las elecciones cuando fabricaron el falso positivo en el que vinculaban a la campaña de Galán con un contrato que firmó la administración Peñalosa con la Corporación Escuela Galán. De manera deliberada quisieron confundir a la ciudadanía para favorecer a Claudia López.
Aprendimos algunas lecciones de esa derrota. Pusimos en marcha la ‘Bodega de la transparencia’ como una iniciativa que busca refutar todos los ataques y en general toda la propaganda negativa que dirigen desde distintos flancos contra la candidatura de Galán. Tenemos claro que no utilizaremos los medios que nos hicieron tanto daño. Seguiremos insistiendo en que para ganar no hay que acabar con la democracia. No correremos la línea ética.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/miguel-silva/