Sí, la vivienda está carísima en Medellín y esto puede significar problemas, pero sobre todo, puede traer pésimas soluciones. Aflora el sentimiento socialista de pedir intervención estatal, regulación de precios y de echarle la culpa de todo a los gringos, pero este camino no es otra cosa que pegarnos un tiro en el pie, una condena al atraso de la ciudad.
Mi invitación es a ver este problema desde otra perspectiva. Primero, hay una correlación directa entre el aumento del turismo y el crecimiento económico de nuestra ciudad. Además, sabemos que ese crecimiento no es para unos pocos: tenemos la tasa de desempleo más baja del país, con empleos que pagan por encima del salario mínimo, y que encima no requieren alta calificación, es decir, son empleos buenos que están consiguiendo personas de sectores populares que, de otra manera o en otro lugar del país, difícilmente podrían encontrar.
Por otro lado, también sabemos que el turismo no es el único factor que encarece la vivienda. De hecho, es imposible que sea la única explicación, puesto que los inmuebles destinados a esta actividad están concentrados en El Poblado y Laureles, y ni siquiera en esos sitios representan más del 10 % del total de las viviendas. En cambio, es claro que, desde hace años, en Medellín se construye muy por debajo de la demanda habitacional, por ahí va el agua al molino…
¡La solución es clara, no es ponerle freno al turismo, es pisar el acelerador de la construcción! A ello, las personas con pensamiento “pobrecista” responden que igual hay que regular, pues en Medellín ya no hay espacio para construir. Pero nada que ver, hay grandes sectores planos, con metro y servicios públicos, que pueden ver grandes expansiones: Barrio Colombia, El Chagualo, Barrio Triste, Naranjal, Sevilla, La Bayadera, La Alpujarra. Básicamente, Medellín tiene dos opciones: atacar el turismo para quedarnos sin el pan y sin el queso; o enfocarnos en sacar adelante la construcción y tener dos motores económicos, turismo y vivienda, funcionando en pro de la calidad de vida de la ciudad.
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