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“No vengo a guiar corderos, vengo a despertar leones” dice Javier Milei, el candidato outsider a la Presidencia de Argentina, en cada evento de campaña. Un profesor universitario que supo valerse de la polémica para crear un personaje exitoso de los programas televisivos de debate, que además supo trasladar con igual acogida a redes.

De “ultraderecha” le llaman, y no es de extrañar, es que está compitiendo en Argentina, país donde hasta la derecha aplica los manuales de economía socialista. Es un liberal clásico de toda la vida, pero con el péndulo tan a la izquierda cualquier propuesta que se atreva a defender la empresa privada va a ser tildada de fascista.

Milei es un respiro para Argentina, país en el que el Estado controla los precios de la comida, del dólar, y que mantiene la base electoral del peronismo/kirchnerismo bien aceitada a punta de grandes subsidios financiados con deuda y emisión monetaria. En resumen, una economía socialista de manual destinada al fracaso. No son de extrañar sus pésimos resultados.

Aunque el auge libertario es un fenómeno transversal a todas las generaciones, es indudable que su mayor base electoral viene de los más jóvenes, que ven en una apertura económica del país el único camino para no tener que emigrar huyendo de la hiperinflación y de la falta de oportunidades. Sí, atención mundo, la rebeldía, la juventud y lo antiestablishment hoy en la Argentina es ser de derecha libertaria.

¿Y qué es ese énfasis de ser libertario? Que a diferencia del degenerado término de liberalismo que alude a una socialdemocracia con un fuerte control del Estado en los ámbitos económicos y sociales, esta definición hace su énfasis en retomar los principios fundacionales liberales de tener un Estado prudentemente pequeño que le permita la libertad a sus ciudadanos tanto en el mercado como en su vida privada.

Puede que no termine siendo presidente, pero Milei envía una señal poderosa al resto del planeta. La derecha triunfará cuando se aleje de viejas castas políticas que usan el Estado para intervenir en el mercado y favorecer a privilegiadas élites económicas; cuando deje de insistir en la moral y la vida privada para poner el centro de debate sobre la libertad de mercado y su superioridad frente a las economías planificadas o con alta intervención del Estado.

El rugido de Milei sacudirá a América Latina ¡Viva la libertad carajo!

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/jose-valencia/

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