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Freddy Vega, fundador de Platzi y voz reconocida sobre los temas de innovación y emprendimiento preguntó esta semana en Twitter:
Hay un odio en América Latina contra Estados Unidos que quiero entender mejor. ¿De qué forma te ha afectado a ti, personalmente, una acción de USA?
Existen muchas personas a quienes esta forma de analizar el mundo y la vida les parece correcta, piensan: ¿X cosa para qué me sirve/preocupa/afecta a mi como individuo? Salvo por la imperceptible e inobservable acción del efecto mariposa, pocas cosas lejanas afectan el presente inmediato o futuro de su vida individual y por lo tanto, deciden valorarlas como de poca importancia y relevancia no sólo para sí sino para la vida humana.
Según ese tipo de razonamiento, a un colombiano promedio no tiene por qué importarle los cientos de errores y graves violaciones a los derechos humanos que ha cometido Estados Unidos; o la indignidad a la que Israel somete al pueblo palestino; incluso no debe importarle el señor que se cayó saliendo del banco ni la n-ésima mujer violada del año.
La vida en lo práctico está llena de individualismos egoístas y no egoístas. Sin embargo, es imposible pensar la vida individual sin pensar a la vez, así sea en lo más mínimo, en la vida de alguien más. Para hacer lo contrario hay que tomar una decisión consciente de ignorar la humanidad de otros. La vida humana es por definición la vida en comunidad, sin importar cómo la vivamos, estamos impulsados por naturaleza a interactuar, asociarnos y compartir de muchas maneras.
En un texto pasado comentaba que me cuesta ponerme en los zapatos de otros, que se me dificulta moverme a la empatía. Pensar sobre esto me ha hecho darme cuenta de una verdad esencial de la vida humana: La empatía no es un sentimiento que llega por influencia externa, es una decisión de movilizarme a razón del reconocimiento de la humanidad de los demás.
Por esto puedo decir que me afectan personalmente una infinidad de situaciones donde la dignidad humana se menosprecia y se menoscaba; también me afecta personalmente la violación a la autonomía de las personas; me afecta personalmente todo aquello que haga menos humana la vida de los demás.
De ahí que sea importante la política, y más importante participar en política. La política es en sentido amplio la gestión de los asuntos públicos: la administración o gobierno de lo público, la representación y discusión de las ideas; y el escenario para tomar las decisiones que nos lleven cada vez más a una mejor calidad de vida y a la protección de la dignidad humana.
Entonces, ¿cuánto más tenemos que presenciar para preocuparnos por los asuntos públicos, por las demás personas? ¿A partir de cuánta cercanía es admisible considerar un problema personal para los Freddy Vega y por qué no es menos? El llamado de la política es la acción, aún si sólo se representa en opinión.
Quedarse estático, ignorar voluntariamente, desestimar que el bienestar del otro es a la vez el bienestar propio, es la fórmula perfecta para que nunca pase nada.
