El día que el mundo se detuvo

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¿Qué pasaría si todos nuestros sistemas se apagaran hoy y no volvieran a encenderse? ¿Qué pasaría si una falla masiva en los sistemas que soportan nuestros datos a nivel mundial causara una pérdida abrupta de información? ¿Estaría el mundo preparado para afrontarlo? ¿Nuestra economía mundial podría responder sin caer en una gran depresión? ¿Tendríamos la capacidad de reparar el daño en el menor tiempo posible?

Estas preguntas han surgido con frecuencia en los últimos días y no son meros casos hipotéticos imaginados en nuestros momentos de ocio. Representan una realidad que el mundo vivió el pasado viernes, cuando CrowdStrike, una empresa encargada de garantizar la seguridad informática de cientos de usuarios de Microsoft, lanzó una modificación en sus sistemas que puso en riesgo la información a nivel mundial.

Numerosas computadoras presentaron una falla interna que las hizo dejar de funcionar de manera abrupta y sin posibilidad de reinicio, afectando aeropuertos, empresas, bancos, entidades de salud y causando pérdidas millonarias a nivel mundial debido a las horas de inactividad.

Los datos, la información relevante necesaria para tomar decisiones diarias, y el oxígeno de la globalización, enfrentaron una paradójica amenaza a su preservación. Cientos de personas quedaron sin acceso a esta información crucial, dificultando la toma de decisiones que pueden significar pérdidas o ganancias en un mundo donde la nueva moneda de cambio es la información.

Vidas se pusieron en riesgo por la caída de los sistemas y, durante unas horas, mucha información valiosa pudo haberse perdido sin certeza de recuperación. Las pérdidas fueron millonarias y revelaron la fragilidad de los sistemas que soportan nuestra información.

Este incidente nos dejó con la pregunta de cuán bien protegidos están nuestros datos y nos mostró que cualquier afectación a lo más preciado de los últimos años, la información, puede arruinar a una persona en segundos o poner una vida en peligro.

¿Qué habría sido del mundo si este problema no se hubiera solucionado? ¿Qué nivel de caos se habría causado si se hubieran perdido vidas por este error? Hemos confiado demasiado en los sistemas; actualmente, la tecnología tiene más poder sobre nosotros del que nos imaginamos. Desde la revolución industrial, nuestra vida sin máquinas retrocedería años de progreso.

Sin embargo, ¿estamos realmente preparados para el poder que tiene la tecnología? Curiosamente, muchos el pasado viernes tuvieron que retroceder, aunque fuera por unas horas, unos años en el tiempo, pero con el amargo sabor de saber lo que ahora sabemos.

Nuestros sistemas, nuestras vidas, nuestra seguridad y nuestros datos están expuestos, a veces más de lo que imaginamos. Las preguntas cuando esto sucede son muchas más que las respuestas. ¿Somos realmente conscientes de que, actualmente, algo más poderoso que el dinero es la información? ¿Somos conscientes de que el oxígeno real que sostiene al mundo podría simplificarse en ceros y unos? Solo recordemos que puede estar en peligro más fácilmente de lo que imaginamos y deberíamos estar preparados por si nuevamente, todo se detiene.

Otros escritos de esta autora: https://noapto.co/carolina-arrieta/

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