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Hace un tiempo la Red Feminista Abolicionista de Medellín y otras organizaciones convocaron a un plantón en La Alpujarra, protestando contra la creación de la dirección de actividades sexuales pagas por parte del Ministerio de la Igualdad. Al plantón acudieron mujeres, sobrevivientes, niñas, universitarias, fue difícil ese día reconocer tantos rostros de mujeres, pero se me hizo sencillo abrazar a cada una en cercanía, sentíamos que nos estábamos esperando hace mucho, pues es que era de las primeras manifestaciones públicas contra la explotación sexual en la ciudad, después de casi una década en silencio.

Gracias a dicha manifestación, la hermana de una mujer (a quien llamaré Alicia), conoció la oferta social que entrega la Fundación Empodérame a las mujeres víctimas de explotación sexual y trata de personas y pensó que podría beneficiarle.

Poco después estaba teniendo mi primer encuentro con Alicia en un café del centro. Llegó una jovencita de mi edad al encuentro, con un aura muy bella, era de palabras generosas y la acompañaba una mirada vacía y acongojada. Me contó que había nacido en Andalucía, comuna 2 de Medellín, en el seno de una familia de clase media baja. La primera en recibirla en este mundo, hace 26 años, fue su abuela, que se dedicaba con entereza al primer trabajo de las mujeres en la historia de la humanidad: la partería. 

Su infancia fue feliz, tenía una familia presente y amorosa, una hermana que la ama con todo su ser y aunque la economía estaba dura, tenía una red de apoyo. Soñaba con ser enfermera, sin embargo, muchas situaciones, especialmente las necesidades económicas que no conocen ni de sueños ni de buenas intenciones, agravadas por el nacimiento temprano de su primera hija, la empujaron hacia la prostitución.

– “Era difícil levantarme y no tener para darle un desayuno a mi hija” decía, y así, entre historia e historia que no voy a profundizar aquí, tejimos una tarde amena entre la risa y el llanto.

Hay miles de Alicias hoy en Medellín, mujeres jóvenes de las comunas más vulnerables, dejadas a merced de las redes de trata de personas y la prostitución. El medio independiente Mutante publicó esta semana un reportaje titulado “Se nos están llevando las niñas”[1], y traen cifras escabrosas sobre las que deberíamos conversar cada día y preguntarnos ¿Cuándo permitimos que pasara esto?

En 2023 Medellín fue la tercera ciudad de Colombia con más registros de delitos sexuales contra menores de 18 años (594) y según cifras de la Personería de Medellín, en ese mismo año, se registraron 1259 víctimas de ESCNNA, con un crecimiento porcentual de víctimas de más del 1700% -mil setecientos por ciento-, así como lo leen, en comparación con el 2021.

Confrontar esta realidad y asumir las consecuencias de la propia inacción es doloroso, sin embargo, hoy muchas organizaciones de la sociedad civil, personas que están en la administración y la ciudadanía entera, están rompiendo el silencio que hasta el momento solo le era útil a las redes de trata de personas y a los grupos al margen de la ley.

Aquí era impensable una protesta contra la explotación sexual en el Parque Lleras, y la ciudadanía y el movimiento de mujeres la hicieron. Más de 200 personas marcharon pacíficamente para develar la complicidad del sector privado, las discotecas, los hoteles y la policía con la explotación sexual y la trata de personas. Para ese día, al frente del Gotham, Alicia y yo ya habíamos tenido varios encuentros en los que hablábamos de feminismo, de abolición, de lucha, de amor, de lo que duele, lo que se sufre y lo que se goza.

Ese día gritamos y permanecimos juntas, fue una especie de catarsis para ambas, abrazada por el amor, fruto de la amistad que construimos y de la rabia sostenida por las ganas de que nunca más su historia se repita. Me dice en medio de toda la algarabía que de ahí en adelante me va a apodar “curita”, porque su corazón se siente tranquilo y en paz cuando nos vemos.

Necesitamos más curitas para muchas mujeres allá afuera.

Más curitas, más sueños, más estado, más oportunidades, más amor.


[1] https://mutante.org/contenidos/se-nos-estan-llevando-las-ninas/

Otros escritos de esta autora: https://noapto.co/sara-jaramillo/

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