El movimiento político Compromiso Ciudadano, liderado por Sergio Fajardo, es de centro. Contrario a lo que muchas personas dicen, Compromiso no es de derecha, pero tampoco es de izquierda. Y a diferencia de lo que algunos compromisarios quisieran, no es de centro-derecha, pero tampoco es de centro-izquierda. Este movimiento, creado en 1999, hace 25 años en Medellín, nació siendo de centro, ha sido de centro aún la dinámica de la política, y seguirá siendo de centro, eso espero, a pesar de la coyuntura política del país y de la región.

A muchas personas no les gusta el título “centro”, pero es la forma quizá más efectiva de nombrar un conjunto de ideas que se ubican en el medio del espectro político. Entre las ideas de la izquierda que se podrían resumir en la justicia social y las de la derecha que giran alrededor de la libertad económica, se encuentran justo en el “centro” unas ideas en las que convergen las propuestas más moderadas de la izquierda y la derecha, una tercera opción que promueve las libertades, entre ellas la económica, garantizando una igualdad de oportunidades que corrijan la desigualdad social que el capitalismo no es capaz de corregir.

Kate Maclean investigadora del Birkbeck College de la University of London, escribió en 2014 “The ‘Medellín Miracle’: The politics of crisis, elites and coalitions”^[1], en el cual hace un análisis del conflicto armado y la crisis de Medellín en los años 90’ y luego, retomando a Francis Fukuyama, en los años 2000 denomina a la ciudad un “milagro”.

La autora identifica los actores que supieron interpretar la crisis de Medellín, aprovechar el momento político y desde la Alcaldía producir políticas públicas que transformaron la ciudad, y los clasifica en cuatro grandes grupos: 1) actores externos al estado municipal y departamental (como la Consejería Presidencial para Medellín y agencias de cooperación internacional); 2) la clase media reflexiva (organizaciones como Región, el Instituto Popular de Capacitación o la Escuela Nacional Sindical e institutos y grupos de investigación de universidades públicas y privadas); 3) actores comunitarios (organizaciones de base comunitaria como Con-vivamos, Picacho con Futuro, Cedesis, entre otras); y 4) parte de la elite económica (empresarios y fundaciones sociales empresariales).

Maclean señala la “clase media reflexiva” como la cuna de Compromiso Ciudadano, un conjunto de personas proveniente de muchos sectores sociales y territorios de la ciudad que supo interpretar la ventana de oportunidad que se abría para una tercería política en Medellín, como ya había ocurrido en Bogotá con Antanas Mockus.

Desde esa clase media reflexiva se forjó la creación del movimiento político Compromiso Ciudadano, al cual también llegaron personas de los otros grupos de actores categorizados por Maclean, que podríamos ubicar, tanto a unos como a otros, en la izquierda y en la derecha.

En Compromiso Ciudadano confluyeron organizaciones de base comunitaria, organizaciones sociales conformadas por personas que se reconocen de izquierda, sindicalistas, académicos de institutos y grupos de investigación de universidades públicas e incluso desmovilizados de antiguas guerrillas; pero también convergieron dueños de empresas grandes, medianas y pequeñas, dirigentes de empresas públicas y privadas, fundaciones sociales empresariales, organizaciones sociales sin compromisos ideológicos, docentes e investigadores de universidades privadas, y también personas provenientes de familias adineradas.

En el texto de Maclean se describe el éxito de este movimiento político así: “Compromiso Ciudadano fue capaz de forjar una alianza que desafió las divisiones políticas tradicionales entre la izquierda y la derecha”. La virtud de Compromiso Ciudadano y de su líder Sergio Fajardo, ha sido convocar a personas de todo el espectro político alrededor de un proyecto que logró llegar al poder y ejercerlo de tal forma que transformó la realidad de Medellín y de Antioquia.

Un movimiento político que valora sus principios no puede estar fluctuando en el espectro político al vaivén de la coyuntura. Desde sus orígenes Compromiso Ciudadano ha sido y es de centro, y espero que siga siendo de centro porque su mayor activo es la coherencia a través del tiempo y la convergencia de las ideas moderadas de izquierda y de derecha, la concertación de matices de centro-derecha y centro-izquierda que confluyen en el consenso alrededor de un movimiento político y de su líder natural: Sergio Fajardo.

^[1] Maclean, K. (2014). The ‘Medellín Miracle’: The politics of crisis, elites and coalitions. Research

Paper 24, The Developmental Leadership Program. https://dlprog.org/publications/research-papers/the-medellin-miracle-the-politics-of-crisis-elites-and-coalitions/

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/juan-felipe-suescun/