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En la película Alma salvaje la protagonista camina durante noventa y cuatro días por Pacific Crest Trail . El reto implica recorrer más de 1600 kilómetros, entre las fronteras de México y Canadá, acompañada por su pesada mochila de supervivencia y por el colapso emocional que la impulsa en la travesía. Desierto, sol, sed, nieve, montañas, ríos, animales, hambre, dolor, miedo, arrepentimientos. La ruta está repleta de peligros, pero el que más redunda es muy particular: hombres. La película avanza con la absoluta sensación de que ella, que camina sola, será, tarde que temprano, violentada por uno u otro de los que aparecen en el viaje.   

Esa historia suena muy lejana para nuestro contexto; sin embargo, lo más trágico de todo es que la realidad de las mujeres en Medellín es más cruel. Entonces, al concejal Andrés Rodríguez, conocido como “Gury”, se le ocurrió que para “ahorrar en costos administrativo” habría que fundir en un solo paquete todo lo que tenga que ver con Mujeres, Juventud, Etnias y Diversidad. Parece que ante la complejidad de semejantes realidades fuera mejor seguir haciéndose el que no ve.

Concejal, le bastaría con transitar en carro (el suyo o el del concejo) debajo de los puentes de la minorista; pasar una noche por el Lleras; pararse en un semáforo; darse una caminadita por la ciudad, en fin, observar con atención. Con eso sería suficiente, por lo menos, para empezar a darse cuenta del nivel tan absurdo de vulnerabilidad y violencia en el que vivimos las mujeres en todas las latitudes, y con radical fuerza en Medellín.

Es más, solo con echarle ojo a la prensa local tendría elementos para estar profundamente horrorizado. Esta semana, en Medellín, pasó sin mayor revuelo una aterradora noticia: una monja de clausura fue brutalmente violentada en inmediaciones del monasterio. Los detalles aún se investigan, sin embargo, lo qué ya confirmaron las autoridades de Policía es que sí hubo violencia física, sexual y hurto.

Hace menos de un mes la tragedia fue en la Comuna 2: “Feminicidio en Medellín: hombre ingresó a casa por el balcón y mató a su expareja delante de sus dos hijos”. El primero de enero, otro duelo: “Mujer fue asesinada a manos de su esposo en Medellín; su pequeño hijo estaba en ‘shock’”. A finales de 2023 el terror fue develado por la prensa: “Hasta menores de 10 años fueron rescatadas en Medellín en operativo nacional contra la trata de personas. La Fiscalía alertó por la existencia de una red de trata de personas que delinquía en Medellín”.

Concejal: la postura de austeridad y ahorro del municipio sin reflexión, sin técnica, no solo es ineficiente y torpe. Es cruel. Pone en mayores condiciones de vulneración a la población que con más urgencia requiere, precisamente, que se le proteja. Estamos de acuerdo con que los recursos públicos hay que cuidarlos con rigurosidad; pero, sobre todo, con sensatez. Las mujeres en Medellín estamos en real y permanente peligro y la institucionalidad, que hombres como usted representan, no nos protege.

El Concejo de Medellín es una institución suficientemente desprestigiada, y créame, no esperamos mayor transformación. Pero aun sin esperanzas en ustedes, seguiremos observándolos; estaremos atentos a sus desatinados propósitos. Usted, que tan agudo fue con la administración pasada, tiene una responsabilidad mayor en el ejercicio público de su rol como concejal.

La protagonista de Alma salvaje terminó victoriosa su periplo y pudo escribir su historia. Pero ese no es el destino de una inmensa mayoría de mujeres en esta ciudad. No sea usted otro hombre que violenta, invisibiliza y reduce a las mujeres de Medellín.  

Otros escritos de esta autora: https://noapto.co/maria-antonia-rincon/

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