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Martín Posada

aigam ed somelbaH (parte II)

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Ya que conocemos muy superficialmente el contexto histórico por el cual dejamos de lado la magia, en esta columna planeo hacer un ejercicio. Con este, busco que repensemos la forma en la que buscamos respuestas o tomamos decisiones. Tal vez, como con el título solo hay que leer las cosas desde otro lado.

Imaginen una pareja. Se aman, llevan tres años de relación. De repente, deciden terminar. Comienzan a tener peleas sin sentido. No ocurre nada grave, pero no quieren hacerse daño. Prefieren recordar su relación como un momento valioso en sus vidas. Abrazados entre lágrimas, ponen punto final. Dejan de hablar por meses. De repente, cada uno individualmente comienza a recordar en exceso a la otra persona. Un día, la tristeza abruma a uno. Lloraba, extraña a su pareja. Decidió dormir, pensaba que así no sufriría más. Sin embargo, antes de cerrar sus ojos le dijo a su interior: muéstrame en mis sueños cómo se sentiría volver con esa persona. Los sueños, en efecto, le mostraron. Se sintió en paz, se vio estando feliz con su pareja.

Se levantó, sorprendido. Un poco asustado. Los sueños le mostraron lo que necesitaba. Intentó entender su extraña experiencia. Decidió buscar un cuaderno para nunca olvidar lo que había visto. Mientras escribía, hizo una pausa para ir al baño. Al hacerlo, revisó su celular. En la mitad de su pantalla encontró un mensaje de su expareja. El mensaje decía que lo había estado pensando, que había soñado con la relación, que sentía que debía saber cómo estaba.

La historia de la pareja no tiene explicación más allá de lo que escribí, lo que la hace ver hasta ridícula. Esto le sucedió a un amigo cercano. Impactado, llamó a contarme. Si vos, lectora o lector, llegaste a este punto y no te aburriste por lo cursi que suena la historia, es probable que en tu cabeza ronden algunas de estas ideas: i) es ficticia; ii) debe haber una explicación; iii) hubo una especie de amarre; iv) necesito más contexto; v) se trata de una mera coincidencia. Si pensaste en alguna de estas o simplemente concluiste que se trata de una ridiculez adolescente, tienes un pensamiento racional. Pero ¿sabes por qué piensas así? ¿Será que por tu propia voluntad decidiste acudir a una forma de pensar que tiene que ver con la racionalidad? Yo digo que no.

¿Vos cómo lo explicarías? Pausa un momento y piénsalo. Si ya lo hiciste, selecciona el personaje que más se acerque a tu forma de pensar:

Existen otros puntos de vista, representados en los espacios en medio de los personajes. No es como que haya descubierto que podemos pensar diferente como en la religión, política o fútbol. Intento dar cuenta de que, mientras Nueve ofrece una respuesta, Tres prefiere desestimar cualquier tipo de explicación. Creo que la primera parte de esta miniserie nos ayudó un poco a entender por qué lo hace. Puede que Tres respete las opiniones de Nueve, pero tajantemente decide catalogarlas como falsas. ¿No obedecen al uso de la razón o al método científico? ¿Se trata de conocimientos primitivos que no permiten desarrollarnos? Si te identificaste con Tres, no voy a convencerte de que te equivocas, pero sí te invitaré a que te preguntes porqué piensas como piensas.

La Ilustración impuso el uso de la razón. Nos creímos el cuento. Desde entonces, vemos ese momento de la historia como el gran despertar. Estudiamos a Voltaire, Rousseau, Locke, entre otros, pero ¿alguna vez hemos aprendido o enseñado los conocimientos de, por ejemplo, los mayores, los mamos, los taitas? No te has preguntado cómo sobrevivimos por tantos años sin una racionalidad científica que ahora lo es todo. La Ilustración, a la fuerza, desplazó las otras formas de pensar, de encontrar conocimiento. Tan a la fuerza que vos y yo, probablemente, pensamos así. Decidimos acudir a la razón para solucionar todos los problemas. ¿Qué pasaría si en el colegio o en las universidades nos enseñaran otros métodos de construir conocimiento? ¿Dónde aprendiste a pensar racionalmente? ¿Lo hiciste por tu cuenta?

Veamos por ejemplo los terremotos de México. El 19 de septiembre, la cuenta de Twitter de la UNAM de México publicó lo siguiente: “La ocurrencia de tres sismos de magnitud superior a 7 el día 19 de septiembre es una coincidencia. No hay ninguna razón científica que lo explique o justifique: @SismologicoMx de la UNAM”. El método científico resulta insuficiente. Y es que, este observa a la naturaleza como algo aprovechable y separado del ser humano. Bajo la racionalidad, la naturaleza es, en palabras de Ilya Prigogine, “un interlocutor terriblemente estúpido”. La tierra no habla, los animales no razonan como los humanos y, en últimas, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Mientras tanto, la magia parte de la base de que el conocimiento se adquiere a través de la conexión con la naturaleza. Esta última entonces, en vez de ser observada, debe ser escuchada. Los animales, las plantas, la tierra, según este tipo de conocimiento, no tienen un precio ni tampoco son cuantificables bajo un método científico. Los terremotos de México, bajo esta forma de pensar, parecen tener una especie de explicación, ¿no? O, la historia de la pareja parece dar cuenta de una conexión inmaterial posible entre dos personas. Conexión irracional, pero real. Si los humanos no somos diferentes al resto de la naturaleza, podemos entonces conectarnos entre nosotros (no me refiero a nosotros los humanos, sino a nosotros como un todo). Incluso, podemos conectarnos con nuestros ancestros.

Pero ojo, no nos olvidemos de Cinco. Este no busca abandonar la razón como lo hace Nueve. Reconoce que esta ha ayudado a solucionar grandes problemas y encontrar otras respuestas. Afirma que la ciencia no debe quedar de lado, aunque debe coexistir con otros conocimientos. Es importante valorar la razón, pero no llevarla a extremos donde creemos que si algo no es racional no existe o es falso, como lo hace Tres. Aquellas preguntas que no tienen respuesta lógica, puede que sí encuentren respuesta en otros conocimientos. Los humanos no somos diferentes a la naturaleza.

Cada una y cada uno debe tener la libertad de escoger la forma en la que piensa. ¿Realmente somos libres al hacerlo? Para quienes se identificaron con Tres, ¿es una coincidencia que hayan llegado hasta aquí? ¿La racionalidad implica eliminar conocimientos? Y algunos todavía creen que la colonización terminó.

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