Un presidente con experiencia

Un presidente con experiencia

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Para ser presidente se necesita experiencia, gobernando. Vale la aclaración, cuando hay más de 60 precandidatos para todos los gustos. Pero no todos tienen la misma experiencia, y menos en el ejercicio del poder del estado, es decir, en gobernar, que no es lo mismo que, por ejemplo, legislar o comunicar.

¿Ustedes le entregarían el volante de un automóvil a alguien que no sabe conducirlo o que sólo sabe conducir motocicleta?

Esa es la pregunta que debemos hacernos los ciudadanos frente a los candidatos outsiders, esos que pretenden manejar un carro sin saberlo hacer.

Hace unos días Vicky Dávila le decía a Paloma Valencia: “Tú tienes mucha experiencia en la política. Yo no. Y no quiero aprender”. Eso es como escuchar a alguien (Vicky) que pretende reemplazar al conductor del automóvil (Petro), en el que ya estamos montados (Colombia), decir: “Tú tienes mucha experiencia en manejar carro. Yo no. Y no quiero aprender”.

La experiencia no se gana viendo los toros desde la barrera en sudadera, se gana entrando a la arena, con el traje de luces, y enfrentando al toro.

No se puede caer en la falacia de Rafael Nieto Loaiza cuando dice: “a Vicky la acusarán de no conocer suficientemente el Estado. Es una lectura parcial. Su trabajo de treinta años como reportera política y como directora de medios, recorriendo, además, buena parte del país, le dan una visión global de los problemas y necesidades ciudadanas como no tiene la inmensa mayoría de los políticos”. ¿Cómo así Rafael? Una cosa es conocer el país (Vicky lo conoce) y otra conocer el estado (Vicky no lo conoce). Ser locutor de fútbol durante 30 años, permite que alguien sepa del mundo del fútbol, pero no lo hace director técnico y mucho menos futbolista. La experiencia se gana dentro de la cancha, no fuera de ésta.

¿Estamos dispuestos a elegir como Presidenta o Presidente (cargo eminentemente “político”) a alguien que no sabe y no quiere aprender de política?

Después del des-gobierno de Gustavo Petro, Colombia necesita a alguien que no llegue a improvisar porque no tiene experiencia, como Vicky Dávila lo acepta, y además, no quiere aprender. Peor aún, no hay disposición y voluntad para conocer la naturaleza del cargo que se quiere ejercer. O ¿ustedes creen que el cargo de Presidente de la República no es “político”? Si bien es un cargo que tiene relación con la economía, el derecho, la cultura, las finanzas, la ciencia, la tecnología, etc. es un cargo eminentemente p-o-l-í-t-i-c-o, y si alguien lo quiere ejercer debe, por lo menos, saber en qué se está metiendo y por supuesto, dada la responsabilidad, tener experiencia en ese ámbito, porque ostentará, nada más y nada menos que, el título de “jefe de gobierno” y “jefe de estado”. ¿Será que Vicky, que no sabe de política, conoce cuál es la diferencia entre estado y gobierno o entre gobernar y legislar?

A propósito, legislar no es lo mismo que gobernar. La experiencia que se necesita para ser Presidente de la República no es la misma que se necesita para ser Presidente del Senado o de la Cámara de Representantes. Eso lo estamos viviendo en este momento los colombianos: tenemos a uno de los mejores ex-legisladores del país, haciendo el peor gobierno de la historia reciente. Crear leyes no es lo mismo que ejecutarlas. Son memorables las intervenciones de Petro en el Congreso, pero es despreciable la inacción y (las pocas veces que hay ejecución) la corrupción de este gobierno.

Colombia necesita un presidente que tenga experiencia gobernando, que lo haya hecho en los otros niveles, el local y el regional, como alcalde y gobernador, para que entienda la dimensión que implica gobernar el estado, que es diferente a dirigir un medio de comunicación.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/juan-felipe-suescun/

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