A la derecha se le mira con desprecio porque su sabiduría suele ser popular y no académica, sin embargo, en hechos simples como ver hacia qué países emigran las personas, hay más verdad que en miles de tesis zurdas. Bastaba ver hacia qué lado del Muro de Berlín huía la gente, basta ver hacia qué países huyen los zurdos latinoamericanos, hijos de presidentes incluidos, para tener clara la superioridad del capitalismo.

Por eso, mientras los intelectuales como Juan Carlos Monedero daban cátedra en las universidades colombianas sobre las bondades supuestamente democráticas del modelo venezolano y le vendían a las nuevas generaciones educadas una nueva manera de promover el socialismo con movimientos como Podemos; al colombiano del común le bastaba ver para qué lado de la frontera iba la gente en Cúcuta.

Ya viendo a Petro hundido en las encuestas por el peso de sus promesas incumplidas, los escándalos de corrupción, la incompetencia para gobernar y la estupidez de sus decisiones motivadas por su instinto socialista; hay que empezar a valorar las pocas cosas buenas que nos va a dejar su paso por el poder, y una de ellas será la reevaluación de quienes son nuestros referentes, especialmente de quienes posan de intelectuales.

Ya no nos podrán dar cátedra de demócratas quienes son cómplices con la dictadura de Venezuela; ya no podrán decir que no les gusta la corrupción cuando llegaron a feriarse, también, el Estado colombiano; ya no pueden decir que aman la libertad de expresión cuando sueñan con cerrar medios de comunicación y redes sociales; ya no nos pueden decir que odian la guerra cuando decidieron arrodillársele a las organizaciones criminales de Colombia.

Volvía a ser viral el video que fue crucial en campaña de actores, en una cena, hablando sobre su apoyo a Petro, donde se ve que viven como dandis pero tienen el descaro de decir que estamos peor que en Venezuela, donde se atreven a dudar públicamente si tratar a los camarógrafos como iguales, donde dicen que Francia Márquez será el nuevo modelo a seguir de la política colombiana (bueno, en eso tienen razón si el referente de la política es no ejecutar absolutamente nada).

Esos son los “intelectuales” que tenemos que jubilar de la opinión. No son inteligentes, solo son refinados, y en la derecha no tenemos por qué apabullarnos ante ellos.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/jose-valencia/