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Fabricato, empresa pionera y líder del sector textil en Colombia, cumple este mes 104 años de existencia. Por supuesto, hoy no es la misma empresa que en sus orígenes. Los últimos 20 años han sido complicados debido a su reestructuración por deudas acumuladas. Adicionalmente, los retos de competitividad y los estrechos márgenes de ganancia del sector obligan hoy a la empresa y a sus dirigentes a tomar decisiones con cautela y responsabilidad para seguir existiendo y compitiendo con innovación y sostenibilidad.
El 26 de febrero de 1920, se constituyó, por escritura pública y como sociedad anónima, la Fábrica de Hilados y Tejidos del Hato, fundada por Carlos Mejía, Antonio Navarro y Alberto Echavarría. Con ella, nacieron también un sin número de proyectos urbanos, tecnológicos y empresariales que apalancarían el progreso económico y social de Antioquia como ninguna otra empresa lo había logrado hasta la fecha.
Tal vez hoy no se hable mucho de esta empresa y de su poder transformador. Pero hace años, Fabricato era un referente como compañía y como empleador. Muchas generaciones de antioqueños fuimos testigos y beneficiarios del poder transformador de una empresa comprometida con la calidad de vida y el bienestar de sus empleados y sus familias: apoyo económico para estudios, cobertura en salud, alimentación para empleados, préstamos para vivienda y beneficios económicos extralegales eran algunas de las razones por las que miles de personas buscaban una oportunidad laboral en la fábrica del Hato. Incluso la construcción de barrios enteros, como lo señalan los titulares de la época: “Iniciamos el programa de vivienda obrera, con la construcción del Barrio Obrero (con 320 casas de arquitectura moderna, teatro, iglesia, cancha de microfútbol y parques)”.
En los ochenta, Fabricato contaba con cerca de 12,000 empleados; hoy, cerca de 1,600 empleados directos. ¿Cómo cuidamos y potenciamos el valor social de estas compañías? ¿Cómo hacemos para tener muchos Fabricatos más? ¿Cómo hacer que nuestras empresas duren más de 100 años? Las empresas como Fabricato no solo generan riqueza y crecimiento económico, sino que también forjan el espíritu y el carácter de una sociedad. A las empresas Legacy también les debemos, y les agradecemos, lo que somos.
Deseo que a las nuevas compañías emergentes les vaya bien y que crezcan por todas partes. También deseo que Fabricato siga existiendo muchos años más, compitiendo con arrojo e innovación en un mercado tan exigente. Como dice su presidente, Gustavo Alberto Lenis, “entramos desde hace algún tiempo en la economía circular. Compramos dos máquinas, una para recuperar prendas; se rescata esa fibra y la tejemos nuevamente. La otra máquina es de lavado con ozono para disminuir la cantidad de agua que utilizamos. Calculamos que a final de año se va a reincorporar el 80% del agua que gastamos en nuestros procesos”. Si a las empresas con compromiso social y ambiental les va bien, nuestra calidad de vida y bienestar aumenta. A empresas como Fabricato: ¡gracias!
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