Tipos de contenido

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Pasión por el aprendizaje

Te podría interesar

Elige el color del texto

Elige el color del texto

Escuchar artículo
PDF

Todos los días se aprende algo nuevo. Dicen por ahí.

Creo que es algo que nos deberíamos tomar más en serio. Algo que haga parte de lo que somos y hacemos en el día. Lastimosamente suele ocurrir de manera espontánea y sorpresiva. No suele ser algo que busquemos de manera consciente.

Esas ganas de aprender y preguntar cosas la tenemos muy arraigada desde niños. No hay mente más curiosa y dispuesta a aprender que la de un niño. Pero con el paso de los años esa curiosidad se extingue. Para darle paso a un sistema impenetrable de creencias y opiniones.

Nos hace mucho daño el sentarnos sobre lo ya aprendido, como si fueran muros de protección. Lo que sabemos no nos identifica ni nos define. Defender opiniones como si fueran nuestra vida no tiene mucho sentido.

«Es imposible para un hombre aprender lo que cree que ya sabe» dijo Epicteto hace ya unos añitos.

Mantener una mentalidad de aprendiz nos hace mucho bien. Nos permite conocer otras perspectivas y confrontar las nuestras que, en muchas ocasiones, ni siquiera sabemos de dónde vinieron.

Creo que uno de los mayores bienes que podemos hacer, es incentivar la pasión por el aprendizaje desde una visión más abierta e inocente. De esa manera cada persona estará siempre en búsqueda de algo más.

Esto también requiere desprender el aprendizaje de la educación formal. No solo aprendemos porque vamos a un colegio, universidad o tenemos algún tipo de diploma. El aprendizaje es diario, constante y aplicable.

Y ahí quiero hacer una distinción que considero fundamental. Aprender no es retener información ni saberse algunos datos o palabras sofisticadas. En mi opinión, aprender es tener la capacidad de actuar diferente (ojalá mejor) frente a una misma situación. Si un aprendizaje no se aplica en la vida de cada uno, no es aprendizaje.

Todos los días se aprende algo nuevo. De otras personas. De uno mismo. De un libro, una serie o un reel. De ver a los pájaros volar o a los niños jugando. De escuchar el viento. De una conversación ajena.

Ahí está la clave.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/esteban-perez/

5/5 - (1 voto)

Te podría interesar