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Catalina está muerta, pero habla

Catalina tenía 103 años cuando mi mamá me llevó a conocerla. Era prima de mi abuela y vivía en el asilo del pueblo. Esa casa, cercana al parque principal, me pareció carente de alegría y de luz: estaba llena de matas que parecían más viejas que los habitantes humanos y la humedad inundaba todo.  Catalina […]