No apta para señoritas: yo, tú, él…nos mentimos
«Nos convencemos de que somos compasivos cuando hacemos un gesto mínimo de generosidad. Nos creemos inteligentes porque juntamos dos datos y decimos una frase medianamente interesante cuando nos vemos con los amigos. Nos dormimos convencidos de que mañana madrugaremos a hacer deporte.»