Tumbar «el primer presidente de izquierda»

Tumbar «el primer presidente de izquierda»

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Les recomiendo escuchar el podcast de historia, Déjà vu, de La Silla Vacía, que a propósito está cumpliendo 15 años, y desde esta columna hago un reconocimiento al papel que ha cumplido como un medio de comunicación serio y crítico con los poderes, que además le ha abierto la puerta y le ha marcado el camino a muchos medios alternativos. En su primer episodio, publicado en septiembre de 2022, sus conductores, Luis Guillermo Vélez y Alejandro Lloreda, se hacían la pregunta “¿Es Petro el primer presidente de izquierda en Colombia?” y terminaban el título con “(Spoiler: No)”. Disponible en: https://open.spotify.com/episode/3haY0gKXoCTr8x4VGjNJX6?si=E_5I1VPgTraKqkAZ2kq7YQ

La pregunta obviamente tiene su origen en una idea que el presidente ha repetido hasta el cansancio, tanto así que se ha vuelto un lugar común. Periodistas, opinadores, analistas, y hasta los mismos políticos de gobierno, y opositores, según les convenga, no se cansan de repetir que, estamos ante el “primer presidente de izquierda” en Colombia. Y eso, como lo anuncia el spoiler del título del podcast, es falso, y en esta columna voy a tratar de contribuir a tumbar ese mito.

La lista no es larga, pero tampoco es corta, en realidad en más de 200 años de vida republicana, hay vários presidentes en particular y gobiernos en general, que podríamos catalogar de izquierda. Eso, obviamente, nos lleva a la pregunta ¿cuál es la definición de “izquierda” política?. En términos generales podríamos clasificar la “izquierda” como esa parte del espectro ideológico que promueve una ideas de igualdad y hasta cierto punto de libertad, con el fin de alcanzar un escenario de equidad material para el ejercicio de los derechos sociales, económicos y culturales. En ese sentido defiende la intervención del Estado en la economía con el fin de buscar el bienestar social del conjunto de la población, en especial de los trabajadores, un grupo que históricamente ha enarbolado estas banderas, como lo vimos en la discusión que se generó alrededor de las marchas del pasado 1 de mayo, “día de los trabajadores”.

En fin, para tumbar el mito del “primer presidente de izquierda” en Colombia, hablemos de José Hilario López, entre 1849 y 1853 y de Alfonso López Pumarejo entre 1934 y 1938 y luego entre 1942 y 1945, ambos miembros del Partido Liberal. En Europa, 1848 es llamado el “Año de las Revoluciones”. En colombia, en ese mismo año, Ezequiel Rojas fundó el Partido Liberal y apoyó para las elecciones presidenciales de 1849 a José Hilario López, quien aprovechó el ambiente de movilización social y participación política de la época, representado en las llamadas Sociedades Democráticas, una forma de organización espontánea de acción colectiva que agrupaba a trabajadores, artesanos, entre otros grupos menos favorecidos. Algunas de las medidas tomadas en este gobierno fueron, nada más y nada menos que, la abolición de la esclavitud, la separación entre el estado y la iglesia, la eliminación de los monopolios, entre éstos el del tabaco, eliminación de la pena de muerte, entre otras medidas que, a la luz de hoy, serían consideradas de izquierda. Estás reformas fueron ratificadas en la Constitución de 1853 y comenzadas a poner en práctica por el presidente José María Obando, que también se podría considerar un gobierno de izquierda, así como la dictadura de José María Melo, y bajo la Constitución “radical” de 1863, las presidencias de Tomas Cipriano de Mosquera y de Manuel Murillo Toro.

Ya en el siglo XXI es importante mencionar a Alfonso López Pumarejo, quien llevó a cabo una reforma a la Constitución de 1886 con la idea de la “Revolución en marcha”. Pumarejo introdujo grandes transformaciones en el país en la década de 1930. Esto en medio de un un contexto internacional en el cual, después de la crisis económica de 1929, la publicación de las ideas económicas de John Maynard Keynes y las transformaciones en Estados Unidos con el New Deal de Franklin Delano Roosevelt, se comenzaba a cimentar lo que más adelante en Europa se llamaría el Estado de Bienestar (Welfare State), asociado a las ideas de la izquierda, dado que promueve un bienestar social en medio de una mayor intervención estatal.

No soy historiador, ni pretendo serlo en esta columna, y soy consciente que la historia tiene muchos más matices que aquellos que se pueden mostrar en este espacio. Sin embargo, es claro, como lo han mostrado muchos historiadores y espero que lo repitan menos los periodistas, que Gustavo Petro no es el “primer presidente de izquierda” en Colombia, si acaso podríamos decir, del siglo XXI.

Reconocer este hecho histórico, le puede servir al gobierno para que los ciudadanos reduzcan las altas expectativas que tienen frente al cambio que esperan; y a quienes estamos en el centro político, para mostrarle al país que tanto la derecha, principalmente, como la izquierda, ya han tenido la oportunidad de gobernar. La derecha no lo hizo bien y la izquierda lo está haciendo peor. Este es el momento del centro político, de proponer un proyecto serio para el 2026, pero no puede ser liderado por alguien que venga de hacer campaña, gobernar y apoyar el des-gobierno de Gustavo Petro.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/juan-felipe-suescun/

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