Siempre el medio ambiente de último

Siempre el medio ambiente de último

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Ahora se habla mucho de sostenibilidad y cuidado del planeta, de ser responsables con el medio ambiente. Eso está muy bien y cada día es más necesario que más personas se involucren. Pero en la mayoría de ocasiones me parece que termina siendo más parte del discurso que de la realidad, porque a la hora de hacer las cosas, son pocos los que consideran realmente la gravedad de lo que estamos haciendo y la necesidad que tenemos de cambiar muchas de esas acciones para evitar un colapso al que no vamos a sobrevivir.

Hay casos críticos como los de Trump y otros más de ultra derecha, que directamente no les importa, e incluso van en contra. Con las banderas de seguridad y desarrollo económico mueven las masas y las elecciones al darle a las personas que creen en ellos ese colchón de comodidad, esa burbuja intocable.

No digo que la solución esté en la izquierda. No creo que se trate de las posiciones en el espectro político, pues es justo ahí donde perdemos tanto esfuerzo y tiempo, mientras los problemas más graves están sin resolverse. Lo que sí creo es que se trata de que cambiemos la mentalidad como especie de que somos los únicos en este planeta y que todo lo que hagamos tiene que ser en beneficio inmediato nuestro.

Con aspectos tan importantes como la generación de energía, el agua, la producción de alimentos, el transporte, la conservación de ecosistemas y la generación de residuos, creo que como sociedad solo se prioriza al ser humano en este momento (sobre todo de los llamados “primer mundo”). El resto no importa. Los peros para hacer esos cambios sistemáticos tan importantes son demasiados e impiden que al menos comencemos a avanzar.

Es cierto, no podemos dejar de usar petróleo y combustibles fósiles en este preciso momento, pero el solo hecho de mencionar la transición energética genera ese rechazo, nuevamente con la bandera de la economía primero. O se empieza a hablar de ser más estrictos con la delimitación de zonas para la conservación, o para limitar las acciones que se pueden hacer en algunos territorios, como la minería o la extracción de alguna otra cosa. Y la reacción es la misma. No podemos hacer los cambios que necesitamos de un día para otro, pero al menos necesitamos tener el asunto en la mesa y como parte fundamental para la toma de decisiones. Es fundamental que nos convenzamos de nuestro papel en este planeta y que lo que hagamos tenga en cuenta el resto de vida que hay alrededor. No solo porque nos aporta recursos o porque son bonitos los bosques y los animales.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/esteban-perez/

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