Los candidatos a la Presidencia de la República ya han presentado sus propuestas banderas, aquellas que quedan en su programa de gobierno y que luego serían el Plan de Desarrollo Nacional, la hoja de ruta de los cuatros años presidenciales en cuanto a programas y proyectos públicos. Esto es de una relevancia importante, más allá del humo político y mediático de los debates, los videos cortos en redes y las intervenciones en medios, son estas propuestas las que ligan el candidato con un eventual gobierno en cuanto a su capacidad de visión de país y propuesta de futuro.
Pero las personas importan y siguen importando en lo público de una manera trascendental, las propuestas son lideradas desde los ministerios, las altas consejerías presidenciales y otras dependencias del ejecutivo nacional, por eso hablar de ese equipo que acompañaría a un presidente o presidenta victorioso no es menos relevante en el contexto nacional actual, de hecho, ayuda a tener información relevante que perfila la decisión del electorado de cara a la primera vuelta.
Pienso en Juan Daniel Oviedo como un buen ejemplo, el actual director del DANE es un funcionario muy destacado del gobierno Duque por su suficiencia técnica, una buena y bien conocida gestión al interior de la entidad y una capacidad de relacionamiento significativo con los distintos niveles de gobierno y con las comunidades con las que debe interactuar. El país merece más funcionarios como él, que sean la regla y no la sorpresa.
Este ejemplo me permite hablar del perfil de la próxima o próximo encargado del Ministerio de Defensa, máxime en momentos coyunturales donde la jefatura de este ministerio, como parece que se hizo normal en los últimos encargados de esta cartera, está cuestionada por la idoneidad de las órdenes impartidas y la efectiva capacidad de liderazgo civil que desde el ministerio se tiene sobre las fuerzas militares y la Policía.
La siguiente o el siguiente ministro(a) deben tener un conocimiento técnico significativo de la cartera, no más empresarios como ministros de defensa bajo la excusa de su capacidad gerencial. Claro que un ministro debe ser un gerente, en todas las carteras debe haber una mezcla de capacidad administrativa y gerencial más conocimiento técnico específico y experiencia en el sector, pero la sola capacidad gerencial no basta para llegar a ser Min Defensa, eso quedó más que demostrado recientemente con ministerios como los de Villegas, Botero y hasta cierto punto el de Molano.
Para que un ministro ejerza el gobierno civil sobre las fuerzas armadas del país es necesario que entienda que ese mando civil está cimentado en un delicado equilibrio entre fortalecer su capacidad y ser garante de que su accionar está completamente ajustado a la normatividad. Flaco favor le ha hecho a la cartera el comportamiento de los ministros como pregoneros sin criterio y defensores a ultranza de escudos, gobernar implica también depurar en su interior lo que no funciona bien y muchos de los ministros empresarios simplemente no hicieron su tarea en ese aspecto y eso explica, en parte, que se sucedan escándalos similares año tras año sin consecuencias o cambios estructurales que los erradiquen y que las fuerzas cayeran a los peores niveles de desprestigio en su historia.
Justamente por el momento específico del país y de carteras como la del Ministerio de Defensa es importante hacer un llamado a que los candidatos expongan a aquellos miembros de su equipo o cercanos que consideran que cumplen el perfil y que podrían llevar a cabo los retos de este ministerio. Rodolfo Hernández @ingrodolfohdez , Jhon Milton Rodríguez, Federico Gutiérrez @FicoGutierrez , Sergio Fajardo @sergio_fajardo , Enrique Gómez @Enrique_GomezM , Gustavo Petro @petrogustavo , Luis Pérez @Luis_Perez_G e Ingrid Betancourt @IBetancourtCol sería bueno que nos cuenten públicamente qué piensan de este asunto.
