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“Símbolos para un alcalde que no escucha argumentos, símbolos para que la ciudad dimensione que la alcaldía se robó la comida de los niños.”
Este jueves, al frente de la puerta de la alcaldía, amanecieron cientos de platos vacíos, simbolizando los platos de los niños y las familias que quedaron sin comida por la corrupción de Quintero, Albert Corredor y su subalternos en la Secretaría de Educación y Buen Comienzo, en una protesta simbólica liderada por organizaciones de la sociedad civil como El Derecho a No Obedecer, veedurías como Todos por Medellín y la ciudadanía en general. Para la manifestación se utilizaron platos lavables y reutilizables, que fueron donados a un comedor comunitario de la ciudad.
La protesta surgió como una respuesta ciudadana frente a la imputación a la secretaria de educación de Medellín, Alexandra Agudelo, a la exdirectora técnica de Buen Comienzo, Lina María Gil, y al representante de la Corporación Colombia Avanza, Henry Gómez, por los delitos de peculado por apropiación, celebración de contrato sin requisitos legales, interés indebido de celebración de contratos y tentativa de peculado por apropiación (pues uno de los contratos aún no ha sido liquidado).
Según la Fiscalía, la Corporación Colombia Avanza habría malversado más de 2 mil millones que debían ser invertidos en la alimentación de niños y niñas y madres gestantes y lactantes, en un entramado de corrupción en el que millonarios contratos se otorgaron “a dedo” para pagar favores (en marzo de 2020 la alcaldía le otorgó un contrato de prestación de servicios de 20 mil millones de pesos por contratación directa a Colombia Avanza, contratista que fue aportante de la campaña de Quintero).
Según la investigación, los manejos más cuestionados se dieron durante la pandemia aprovechándose de la urgencia manifiesta y desviando recursos vía sobrecostos. Por ejemplo, en el “Paquete alimentario niños y niñas de 1 a 2 años”, por un precio más elevado se entregó solo la mitad del producto estipulado y se demostraron sobrecostos en el aceite, el huevo, la avena y la panela. En el presupuesto los alimentos se cotizaban con precios al detal aunque la compra se hiciera luego al por mayor. Además, la cotización se hizo de manera global sin especificar la calidad y cantidad de cada producto, de manera que Colombia Avanza pudo cambiar productos por unos de menor calidad o cantidad sin que esto cambiara el pago que recibieron. Adicionalmente, la Fiscalía encontró que la Secretaría de Educación contrató dos veces la misma actividad de entrega de kits de alimentación.
Según la fiscal, a la corporación se le entregó un contrato que excede en 2.800% su capacidad técnica y financiera, para lo que se acomodaron requisitos aun cuando en un concepto de ICBF la corporación había obtenido la menor calificación en calidad operativa y financiera, nunca había contratado con Medellín y menos por cantidades tan altas de dinero.
Esta imputación es la primera para una Secretaría cuya gestión ha sido desastrosa: Buen Comienzo –programa creado en 2004 y que se consolidó como referente nacional– ha tenido 4 directores en 3 años, y cambió a las fundaciones que operaban hace décadas con resultados probados, por empresas de politiqueros aliados de Quintero como Colombia Avanza. Aunque el programa duplicó su presupuesto ($800.000 millones para 2020-2023 frente a $370.000 millones en 2016-2019), las cifras de gestión han estado por debajo de las logradas cada año desde 2009:
- El año 2020 cerró con 4.000 niños menos atendidos en comparación con 2019 y de 12.925 madres atendidas en 2019, a 7.945 en 2020.
- Los niños entran tarde y salen antes: en 2020 la modalidad entorno familiar empezó el 20 de abril (un mes tarde) y con solo el 32,26% de la cobertura, en 2021 se tuvo el inicio de operación más tardío de la modalidad familiar del programa de los últimos siete años, en 2022 el programa solo arrancó a mediados de marzo y a final de año enviaron a los niños a sus casas una semana antes, y así mismo, en 2023 el programa empezó una semana tarde (con la gravedad que ello representa para los niños, teniendo en cuenta que la alimentación del programa les aporta casi el 70% de los nutrientes que requieren, en vista de que son de familias vulnerables).
- Por otra parte, profesoras y profesores han denunciado inestabilidad laboral, llegando a ser contratados para apenas un par de días.
Cómo es posible que un programa teniendo el doble de recursos, tenga menos cobertura y peores indicadores. ¿A dónde se está yendo la plata?
El PAE también ha sufrido escándalos: recorte de cupos, incumplimiento de horarios, cambio de raciones y demoras en la contratación de personal, aun cuando tuvo casi $50.000 millones más en 2022 que en 2021. A su vez, 95% de las instituciones educativas de Medellín presenta un avanzado deterioro en su infraestructura física, según cifras de la propia Secretaría de Educación. Además, el ITM entró en paro cuando la alcaldía anunció que reduciría su presupuesto en un 13,4% para 2023, poniendo en riesgo programas como el del almuerzo gratis.
El gran beneficiario de este entramado corrupción, inoperancia y recursos perdidos se llama Albert Corredor, aliado de Quintero y quien busca ser su sucesor en la alcaldía. La cuota entregada por Quintero a Corredor es la Secretaría de Educación: familiares, amigos y socios suyos tienen cargos allí, y la secretaria hoy imputada trabajó como directora de Desarrollo Social del Censa en 2013, como consta en varios certificados. No obstante, como reveló El Armadillo esa experiencia fue eliminada de su LinkedIn tras un informe de Caracol Radio publicado luego de que Corredor negara en esa emisora tener cuotas en la administración.
Corredor ha usado la Secretaría de Educación como botín burocrático al servicio de su campaña: funcionarios han denunciado presiones para unirse a esta, para entregar listas con conocidos, para apoyar sus publicaciones en redes y hasta para aportar dinero (les llegaron a exigir $500.000 pesos). Personas de la campaña de Corredor que hacen las exigencias les recuerdan permanentemente que hay que cuidar el contrato y a quienes incumplen con estas exigencias políticas, no les renuevan el contrato (como por ejemplo a psicólogos del programa Entornos Protectores). El último capítulo de estas presiones se presentó en el pasado diciembre, cuando Corredor hizo fiestas y sancochos –al mejor estilo politiquero tradicional– que costaron cerca de $500 millones de pesos. ¿De dónde sacó la plata? ¿A dónde se fue la plata de Buen Comienzo?
Albert Corredor ha sido denunciado públicamente por enviar mensajes de texto a personas sin su consentimiento, por ofrecer becas de su institución a cambio de votos para las elecciones del CMJ, por los contratos que la alcaldía tiene con la empresa de su familia, y por certificar su propia tesis y la del alcalde Quintero siendo miembro de la junta del college de Miami que aprobó dichas tesis, con inconsistencias graves como que estudió y se graduó de la maestría en su propia institución en el año 2016, pero entregó su tesis a finales del año 2017.
Al principio de su período, Quintero dijo que iba a convertir Buen Comienzo en «Gran Comienzo» y pensamos que ello solo era un culto a su megalomanía. Ahora sabemos que se trataba de un «Gran Comienzo» era para él y su socio Corredor.
Luego de 3 años empiezan a caer imputados por el saqueo de Medellín, gracias al trabajo conjunto de concejales como Daniel Duque y Alfredo Ramos, diputados como Luis Peláez, la veeduría Todos por Medellín y la ciudadanía que se ha movilizado y presionado para cuidar los recursos de la ciudad. Son muchas voces, muchos ojos, muchas manos y muchas voluntades cuidando a Medellín, haciendo veeduría y recolectando pruebas sobre las irregularidades que se han presentado, no vamos a permitir que usen los recursos públicos para financiar sus ambiciones personales.
Su corrupción acabó la infraestructura física de las instituciones educativas, afectó gravemente los derechos de niños poniendo en riesgo servicios como Buen Comienzo, el PAE y el acompañamiento psicológico. Se robaron la comida de los niños y van a pagar por ello. Ya cayeron los primeros y no serán los últimos. La justicia cojea, pero llega.
A Corredor y Quintero les digo: Medellín recuerda. Esta ciudad les va a dar una lección de dignidad.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/esteban-jaramillo/