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Es un lugar común en la opinión pública afirmar que el presidente Gustavo Petro no tiene una estrategia. Lo dicen por sus propuestas incumplidas, los discursos e incluso por sus publicaciones en X, destempladas, mal escritas y con errores de ortografía. Sin embargo, soy de los que cree que, por el contrario, todo eso hace parte de su estrategia. Tampoco voy a decir que sé cuál es, porque no es fácil de descifrar, pero sí puedo afirmar que esas aparentes “salidas en falso”, son estratégicas.
En una nota de la sección Alto Turmequé en El Espectador del domingo, se informó sobre un “jalón de orejas” interno que realizó Petro a parte de su equipo de gobierno: “El mandatario dijo que no es su papel tener que explicar él mismo los alcances de sus trinos, en la red social X, generalmente cargados de contenido polémico, y les advirtió a sus asesores que esa función debería recaer en ellos. Esto llevó a que se esté reorganizando, otra vez, la estrategia de comunicaciones de Palacio para unificar criterios. En todo caso, el presidente Petro dejó claro que no soltará sus redes ni dejará de lado sus mensajes”.
La estrategia de comunicaciones se enmarca dentro de la estrategia de gobierno del presidente que está en el poder, y está claro que Petro sí tiene una. Ahora, otra cosa es que esa estrategia, para muchas personas como yo, no sea la que más le convenga al país o la que más convenza a la mayoría, pero es un hecho que sí hay una estrategia. Que sea función del equipo de gobierno explicar el alcance de las publicaciones del presidente en su perfil personal en X es una muestra de ello.
Esa estrategia está mediada por lo que llamamos coloquialmente “cortinas de humo” o “globos al aire”. Cortinas de humo que no dejan ver lo qué hay detrás, de donde salen también, generalmente, globos con helio que suben al cielo para desviar la atención. Basta con abrir el períodico un domingo para encontrar el resumen semanal de esas palabras del presidente que nunca trascienden a los hechos, pero que se encargan de disfrazar la estrategia de gobierno de Gustavo Petro: golpes de estado, constituyente, intentos de asesinato, esparción del virus de la vida por las estrellas del universo, terminación del ELN en 3 meses, tren de Buenaventura a Barranquilla, etc.
Y ahora, para acabar de ajustar, Daniel Quintero, su alfil, una pieza menor del ajedrez que solo se mueve en diagonal, de un lado a otro, como lo hace el exalcalde de Medellín, desde la orilla del Partido Conservador hasta la del Pacto Histórico, le ha sabido aprender a Petro y este fin de semana tiró un globo al aire con el supuesto sobrevuelo que estaba haciendo un helicóptero dizque de la Alcaldía sobre su casa. Globo que por supuesto fue aprovechado por Petro y que sirvió para que muchas personas dirigieran su mirada hacia ese hecho tan irrelevante, tan intrascendente, tan minúsculo.
No le paren bolas a Petro que después se van a arrepentir de haberle prestado tanta atención, de haberse desgastado con globos que sólo eran eso, globos, porque aquí no ha habido ningún golpe de estado, ni intento de asesinato, ni constituyente (¿se acuerdan?) ni virus de la vida, y la semana anterior nos quedó claro que el ELN está lejos de acabarse.
No le paren bolas a Petro que, cuando lo hacen, contribuyen a gestionar su estrategia de gobierno, esa que muchos creen que no existe, pero que en realidad se está ejecutando según sus planes. Siempre que Petro lanza un globo, ahí estamos los colombianos en los medios de comunicación, en X, en los grupos de WhatsApp y hasta en las tertulias familiares mirando hacia arriba, mientras él, al frente, detrás de la cortina de humo sigue el rumbó que él mismo se marcó, porque si hay algo claro es que esa estrategia sólo la conoce él.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/juan-felipe-suescun/