No estaban listas (o resultaron muy listas)

No estaban listas (o resultaron muy listas)

El desempeño de Dora Saldarriaga como concejal del movimiento Estamos Listas es lamentable. Ella ha sido pieza clave para que Quintero pueda mantener la gobernabilidad en el Concejo, y aunque sus discursos parecen de oposición, sus votos favorables a la administración han sido determinantes.

El primer ejemplo de ello fue el Plan de Desarrollo. Estamos Listas anunció su retiro de la coalición de gobierno, pues consideró que lo aprobado allí no reflejaba su agenda de ciudad, pero días antes, Saldarriaga, su máxima representante, había votado sí al mismo. ¿Por qué entonces votó la concejal a favor de algo con lo que no estaba de acuerdo? Es imposible entenderlo.

Luego siguió la aprobación del presupuesto, que cargaba con un problema mayúsculo: un déficit de cerca de 2 billones de pesos que iría a financiarse con enajenación de activos del municipio, que, en palabras más simples, es la venta de empresas o bienes públicos. Teniendo en cuenta que en torno al reciente debate alrededor de la venta de UNE Saldarriaga ha manifestado estar a favor de las empresas públicas, es decir, en contra de su venta, ¿entonces por qué votó positivo un presupuesto que solo era posible cuadrar con la venta de UNE? Tampoco se entiende.

Votó además por la contralora propuesta por el Alcalde. Aparte del sinsentido de elegir para un órgano de control a la persona recomendada por quien debe ser controlado, la elegida Diana Carolina Torres ha demostrado con creces su ineptitud, tanto que la Contraloría es solo mencionada por su inacción.

Por si fuera poco, votó negativo al debate de moción de censura contra María Camila Villamizar, Secretaria Privada del Alcalde y acusada del manejo de cuotas políticas al interior de EPM. O sea que, más que oponerse a la moción, decidió atajarla desde el paso previo, el debate en el Concejo ¿Cuál era su interés en que ella no tuviera que responder un cuestionario de manera pública en el recinto?

También votó a favor de las facultades extraordinarias para que el Alcalde pudiera crear nuevas dependencias municipales a su discreción, más burocracia creada sin ningún tipo de sustento técnico que la respaldara.

Pero la cereza del pastel fue el voto por ella misma para la mesa directiva del Concejo del próximo año, hecho que redundó en que la coalición del Alcalde pudiera seguir siendo la que nombra la presidencia del Concejo, cargo clave para determinar lo que se discute o no en la Corporación.

Según Saldarriaga, sus principios le impidieron votar por el Centro Democrático, pues es un partido “antiderechos”. Sin embargo, el año pasado no tuvo ningún problema para votar por Sebastián López, concejal de ese mismo partido y abiertamente activista provida, a la vicepresidencia del Concejo, o por Lina García, también del CD, para la presidencia de la comisión segunda.

Veo dos explicaciones posibles: o recibe favores burocráticos a cambio de respaldar con sus votos a la Alcaldía, o no tiene ni idea de lo que está pasando con la ciudad. En todo caso, ambas gravísimas, definitivamente no estaban listas (o resultaron muy listas).

5/5 - (2 votos)

Compartir

Te podría interesar