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Por los pasillos del Concejo de Medellín se mueve un personaje variopinto. Usa tenis de marca y costosos relojes, le gusta alardear de los resultados de sus negocios y sobre sus generosas donaciones de regalos en diciembre. También, se ufana de sus discursos de muchas palabras que pronuncia con grandilocuencia a pesar de estar llenos de clichés y lugares comunes. Se trata del señor Lucas Cañas, concejal del Partido Conservador.

Lucas llegó al concejo de chiripa gracias a la salida de John Jaime Moncada, segundo mayor elector de su partido para esta corporación. Sin embargo, desde que llegó no ha perdido el tiempo: ocupó la presidencia en 2022 y se ha encargado estratégicamente de potenciar su nombre para las próximas elecciones, para las cuales, se ha anunciado como pre-candidato a la alcaldía.

Aunque no se ajuste a los límites de la regulación electoral, Lucas ya empezó campaña. Esto fue evidente desde hace varios meses, cuando empezaron a aparecer fotos suyas publicitadas en Instagram. Antes que algún contenido referente a su gestión o propuestas de ciudad, publicó viajes con su esposa. Luego fue polémico por las vallas que puso en varios puntos de la ciudad donde su cara aparecía en un billete de 100 mil con la frase “¡Lucas para todos!”

Estos fueron sólo pinceladas de su potencial para idear hazañas publicitarias. Recientemente, el concejal conservador dio de qué hablar al instalar vallas con su foto donde anuncia una carta contra Daniel Quintero y con un QR que envía a una noticia de su candidatura, situación por lo menos extraña, porque él ha sido uno de los adalides de la actual administración en el Concejo y parte de su coalición de gobierno.

Más extraño, fue su reciente pago por publicidad para difundir una historia de Instagram donde sale con su esposa a punto de parir en el hospital, anunciando las buenas nuevas del próximo recibimiento de su hijo.

El señor Lucas es a todas luces un personaje único. Su labor en el Concejo se resume en darle el sí a todo lo que proponga la administración de Quintero y, aunque en sus discursos posa de conciliador, llama al respeto e, incluso, se muestra vehemente ante la intolerancia, durante su periodo como presidente engavetó debates de la oposición y fue patrocinador del tumbe del presupuesto de la ciudad, que fue discutido y pretendían aprobar a pesar de haber sido presentado por la Alcaldía después de que se cumpliera el término de ley. No hay lugar a que se presente ahora como opositor de Quintero, de hecho, su sorpresivo descaro en hacerlo me recordó las palabras que le dio Pablo Iglesias a Albert Rivera -políticos españoles- en un discurso de 2016:

            Usted no es ni de izquierdas ni de derechas, usted es de lo que haga falta y de lo que le ordenen desde arriba, porque usted no manda ni siquiera en su partido. Le iba a decir a usted que es la marioneta gatopardiana de las élites, pero creo que me entenderá mejor si le digo que es usted el chicle de MacGuiver del régimen, vale usted para todo.

¿De dónde viene la inspiración de un personaje que publicita su cara en un billete de cien mil pesos? ¿Qué pretende al presentarnos publicidad de su esposa a punto de parir? ¿De dónde saca plata para derrochar en esto? Preguntas que hay que hacerse alrededor del curioso personaje de Lucas Cañas.

Por ahora estamos seguros de tres cosas: su gestión pésima en el Concejo ha sido completamente útil a Daniel Quintero; viene del Partido Conservador, tradicionales del todo vale; y tiene muchas lucas para financiar más disparates publicitarios en los próximos meses, quién sabe con qué seguirá.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/pablo-estrada/

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