Mindset 2023

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Comienza un nuevo año. Muchos de nosotros hemos atravesado un 2022 denso, con muchos cambios energéticos. Se materializaron temores mundiales como recesiones económicas, polarización política, guerras, entre muchos otros hechos que hicieron del año pasado, en general, un año complejo.

Cada comienzo de año, las personas -según nuestras creencias- iniciamos con nuevos propósitos, nuevas ilusiones; algunos queman lo viejo y escriben lo nuevo, otros hacen mapas de sueños, otros simplemente inician hábitos como el ejercicio o la alimentación saludable y, como estos, muchos rituales y creencias son nuestra forma de materializar una fe o una esperanza de que las cosas serán mejor. Es un nuevo comienzo.

Sin embargo, en las conversaciones de estas primeras semanas con emprendedores, amigos y familiares, además de lo que se puede observar en redes sociales, la incertidumbre ha sido el común denominador: por un lado, se viene un año electoral para las ciudades y municipios de Colombia, lo que evidentemente expondrá y mantendrá esa tendencia de la polarización extrema (ojalá que no se caiga en ese juego). Por otro lado, los efectos económicos a nivel global han generado unos impactos negativos en Colombia: alza en el dólar, una inflación que supera el 13%, un gobierno que aún no se ha ajustado a su nuevo rol y a las necesidades del país y, en general, mucho movimiento social, económico y político.

El emprendimiento, clave para los tiempos de crisis, no es ajeno a esta realidad. Veníamos con unos años en donde el capital en emprendimientos tipo startup abundaba, los inversionistas capitalizaban compañías con “facilidad” en modelos de negocios futuros y que, en la mayoría de casos, pocos de los dineros invertidos generarían los retornos esperados; aún así, se destinaban millones de dólares a riesgo. La flexibilidad era tal, que en muchos casos los fundadores “quemaban”  el dinero de los inversionistas y claramente la responsabilidad era prácticamente nula (Por ejemplo, Adam Neumann de WeWork).

La realidad es que, para el 2023, el comportamiento de las inversiones va a ser muy complejo. El nivel de exigencia de los fondos de inversión sobre los inversionistas va a ser estricta y, difícilmente, habrán inversiones demasiado altas sin tracción o indicadores que lo soporten. La responsabilidad social del emprendedor será uno de esos indicadores que empezará a resaltarse y exigirse.

La incertidumbre, los temores y la ansiedad empiezan a resaltarse. Expresiones como “todo está muy caro”, “no sabemos qué hacer”, “qué irá a pasar”, entre otras, se han vuelto el eje de toda la conversación generando en al ambiente más desconfianza.

Con estos antecedentes, nuestro mindset para este año debe ser trabajado fuertemente en los siguientes aspectos:

  • Fortalecer nuestra salud mental.  Iniciar el hábito de reconectarnos con nosotros mismos.
  • La conversación debe ser clave. Es un momento donde debemos tejer y crear conversaciones de valor. Buscar personas con las que nos podamos sentir tranquilos.

Muchas veces, por temor al qué dirán, nos abstenemos de hablar o conversar con amigos o familiares, o tener conversaciones difíciles, lo que puede tener consecuencias en nuestra salud.

  • Será un año donde los emprendedores debemos sacar nuestras fortalezas, creer en nuestros modelos de negocio, sin depender de futuras inversiones millonarias. Este año persistirán aquellas startups enfocadas y con un propósito claro.
  • Busquemos generar conversaciones desde lo positivo. Si bien hay momentos de incertidumbre, encontremos y promovamos mensajes esperanzadores. El ir generando temor sólo incrementa la crisis.
  • Y por último, ojalá, que las contiendas políticas se den en el marco de las oportunidades y propuestas, más que del odio y la polarización. Será necesario ejercer nuestro derecho al voto, de manera crítica y con libertad, sin entrar a afectar nuestras relaciones personales.

Creo que ese debe ser nuestro mindset para este 2023, enmarcado en el trabajo en uno mismo, en creer en nuestras posibilidades, en construir más que en destruir.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/daniel-restrepo-2/

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