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El 95% de las instituciones educativas de Medellín presenta un avanzado deterioro en su infraestructura física, según cifras de la propia Secretaría de Educación. En colegios como el Gilberto Alzate Avendaño en Aranjuez, Javiera Londoño en Boston, Horacio Muñoz Suescún en Belén o Diego Echavarría Misas en Castilla, estudiantes, padres, docentes y directivos han denunciado graves afectaciones como humedades, fallas estructurales, suspensiones del Plan de Alimentación Escolar – PAE por cierre de cocinas, clausura de salones por riesgo de colapso, baños fuera de servicio e incluso instituciones que no cuentan con agua potable.
Además, el descuido no afecta solamente la infraestructura física, la veeduría “Todos por Medellín” denunció que el 98% de los computadores en los colegios están obsoletos, pues la última dotación se hizo en el 2015. ¿Dónde queda el valle del software que prometió el alcalde?
Esta situación es de suma gravedad, pues los colegios son entornos protectores para niños, niñas y jóvenes, y en muchos casos, el lugar donde reciben las comidas más importantes del día. La clausura de instituciones educativas, la suspensión del PAE, y los espacios indignos son factores que aumentan enormemente el riesgo de deserción, con todas las consecuencias que ello implica para el proyecto de vida de niños, niñas y jóvenes de Medellín.
Quintero admitió que no previó inversiones para el mantenimiento de las instituciones educativas de la ciudad en su plan de gobierno. Como es costumbre, salió a buscar a quién echarle la culpa de sus errores, y dijo que nadie le avisó que los colegios necesitaban mantenimiento, razón por la cual dicho mantenimiento no fue incluido en el presupuesto municipal “Proantioquia se quedaba callada, el Centro Democrático no decía nada (…) y eso no nos permitió ver el estado tan grave en que estaban los colegios”. No alcalde, aquí el único responsable es usted, y su omisión demuestra su incompetencia para el cargo, y su absoluto desconocimiento y desinterés por Medellín.
Buscando justificar su incompetencia y desviar la atención, Quintero mintió al decir que el deterioro se debía a la “cero inversión” en los últimos 20 años en los colegios. Grave error cometió, pues no solo fue desmentido sobre las cifras de gobiernos anteriores, sino que además quedó en evidencia la pobre inversión que ha hecho en su mandato para infraestructura educativa, muy inferior a la hecha por gobiernos anteriores.
El programa “Medellín Cómo Vamos” y la veeduría “Todos por Medellín” publicaron consolidados históricos con la inversión promedio anual y total en infraestructura educativa en las últimas administraciones. Estas son las cifras:
En la alcaldía de Sergio Fajardo, una inversión total en infraestructura educativa de $288.618 millones; en la de Alonso Salazar, un promedio anual de $89.461 millones y un total de $231.038 millones entre 2008 y 2011, que a pesos constantes de 2021 equivalen a $357.903 millones; en la de Aníbal Gaviria, un promedio anual de $69.503 millones y total de $277.366 a pesos constantes de 2021; y en la de Federico Gutiérrez, un promedio anual de $43.922 millones y total de $176.149 millones.
Las cifras de inversión en infraestructura educativa de Daniel Quintero están muy por debajo de las de los alcaldes anteriores, apenas llegando a los $28.566 millones en promedio anual, para un total de $57.133 millones. En Medellín hay 432 sedes educativas, en las cuales, según cifras de la veeduría “Todos por Medellín”, en 2021, en promedio, se invirtió menos de un millón de pesos por sede en infraestructura.
Quintero anunció que pedirá al Concejo vigencias futuras por $319.000 millones para atender esta emergencia. Sin embargo, ¿Por qué la ciudad debe endeudarse y correr con los costos de la incompetencia del alcalde? ¿A qué alcalde se le pasa por la cabeza que no debe destinar recursos para el mantenimiento de los colegios? En una ciudad cuyo último presupuesto fue de 6.5 billones, con transferencias de EPM que ascendieron a casi 2 billones, ¿Por qué hay que usar presupuestos futuros para reparar las instituciones educativas?
Genera desconfianza que, aun contando con billones de presupuesto público, el alcalde siempre esté pidiendo más plata. ¿Qué está pasando con los recursos de la ciudad? ¿A dónde se está yendo la plata? Son múltiples las denuncias de sobrecostos en contratos, burocracia desmedida, nuevas secretarías, descuentos a contratistas cuestionables, etc. A Quintero le sobra plata para contratar a sus amigos, pero para arreglar los colegios dice que no hay recursos.
Que los colegios se estén cayendo en una ciudad con semejante presupuesto nos deja frente a dos posibilidades: o el alcalde es incompetente, no conoce Medellín y no sabía que la infraestructura necesita recursos para su mantenimiento; o sabiéndolo no le importó, y por ello no destinó presupuesto para mantener los colegios abiertos en condiciones dignas.
Miente Quintero, no importa cuando lean esto. Miente sobre las inversiones, sobre los recursos, y sobre la historia de la ciudad. No es un alcalde mentiroso, es un mitómano en el piso 12 de la Alpujarra.