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Para escuchar leyendo: Déclaration, Stromae.
A ver, completa no la he escuchado, preferí buscar la letra en Google y leerla ahí cuando empecé a hondar entre las críticas que la canción levantó apenas la publicaron.
Días antes la gente estaba expectante, muchos de los grandes exponentes del reguetón colombiano se habían, juntado y prometían una canción de antología para el género con un nombre muy bien escogido, +57.
Vaya sorpresa me llevé cuando empecé a leer los trinos de los fanáticos decepcionados que, en principio, se lamentaban por una canción sosa, más del montón, una que bien podrían haber sacado los más desconocidos y principiantes cantantes del momento.
Mientras crecía la polémica mayor fue mi sorpresa. Ahora la critica era tanto más profunda como urgente, la canción hace oda a la sexualización y cosificación de la mujer, así de claro y así de real, aunque le quieran dar las vueltas y piruetas que quieran, pero es bastante obvia la idea central de la letra.
Pero hombre, la critica no es solo a una canción, hay un problema estructurante que también debemos nombrar sin misterios: Estos artistas con sus canciones, han posibilitado la catástrofe social que hoy enfrenta Medellín por cuenta de la explotación sexual y el tráfico desmedido de drogas, que los delincuentes han tomado como ruta turística en nuestra ciudad. Que sí, que es obligación del Estado acabar de raíz estas problemáticas; que sí, que es culpa de los bandidos, de la desigualdad y de la inoperancia gubernamental el fondo que hemos tocado; que sí, que como sociedad todos tenemos parte en la responsabilidad de superar para siempre esta tragedia, pero veamos, la imagen de Medellín (y de sus mujeres, sobre todo) que el universo de Maluma, J Balvin, Karol G, Blessd, Ryan Castro, Ovy, y los demás han creado, es precisamente esa que los depredadores añoran, un putero a cielo abierto donde la impunidad es inherente a su moneda local, siempre más fuerte que la nuestra. Hay responsabilidad en ellos, en nosotros que consumimos su música, hay responsabilidad porque su música logró poner a Medallo en el mapa, pero sobre todo en el de la explotación sexual.
Y ante la crítica no viene bien la arrogancia que muchos de ellos han mostrado. Hombre, que nadie piensa en realidad que ustedes sean los causantes y responsables de esta tragedia social, pero sí tienen una responsabilidad con su público, con la resonancia de la que hoy gozan, en especial con la admiración que por ustedes sienten nuestras infancias y juventudes.
Que su música es hoy la banda sonora de quienes se están haciendo adultos por entre las grandes montañas de la Medellín de ambivalencias, pero lamentablemente, también es hoy la banda sonora de los traficantes, de los explotadores sexuales, de aquellos que están robando los mejores años a nuestros niños.
Ustedes no tienen la responsabilidad de criar a los niños, es cierto, pero sí tienen una frente a lo que producen, frente a lo que enarbolan como deseable, ustedes tienen una vitrina enorme, y ante ella tienen que actuar con decencia.
Reconsideren, con la humildad y con la vehemencia necesaria, que ustedes tienen cómo contribuir más que muchas personas a la lucha irrestricta contra estos flagelos. Marica, ya, Medellín es más grande que ustedes, que nosotros, Medellín también merece más de ustedes.
Ánimo.
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