Las alianzas de Fajardo

¿Si ustedes fueran de primeros en varias encuestas, a 9 meses de las elecciones presidenciales, harían alianzas con quienes van mucho más abajo y no tienen opciones reales de pasar a segunda vuelta?

Estos 9 meses se irán volando, es cierto, pero también falta mucha agua por correr debajo de los puentes que muchos, sobre todo a la diestra donde no hay candidatos fuertes, quieren establecer entre diferentes aspirantes del centro y la derecha. Esta semana, María Bibiana Botero (@mariabibibotero), escribió en El Colombiano (@elcolombiano) la columna ‘La unidad no es un eslogan’. Decía: “Cada candidatura que se aferra por orgullo personal es un voto menos para el cambio. Es, en la práctica, regalarle ventaja al adversario”. Esto aplica para los candidatos que no pasan del 5% en las encuestas o que ni siquiera aparecen en éstas.

Recordé otra columna reciente, en el mismo diario, del concejal de Medellín por Creemos (@creemosco), Alejandro de Bedout Arango (@alejodebedout), quién para el titular tomó una frase prestada de Sergio Fajardo: ‘Como se hace campaña, se gobierna’: “Hoy cobra más importancia que nunca. Porque si la campaña es la puerta de entrada al poder, el tipo de alianzas, la forma de financiarse y las líneas éticas que se cruzan para ganar terminan reflejándose, paso a paso, en la manera de gobernar”. Y a partir de ahí, hace un recuento de las consecuencias que ha traído para el país durante estos 3 años de desgobierno, las alianzas que estableció Gustavo Petro (@petrogustavo) para llegar a la presidencia: “La advertencia es clara: lo que pasó en la campaña de 2022 no puede convertirse en el libreto de 2026. El que amarra su poder con favores, termina gobernando para sus acreedores. La democracia necesita campañas decentes para que lleguen a gobernar personas decentes”.

Personas decentes y de centro como Sergio Fajardo (@sergio_fajardo) que inspiró el título de la columna de De Bedout. Precisamente, esta semana en entrevista en el diario El Tiempo (@ELTIEMPO), le pregunta María Isabel Rueda (@MIsabelRueda) al candidato presidencial que va punteando en las encuestas: “¿Con quién sí plantearía alianzas y con cuál sector nunca?”. La respuesta es clara: “He dicho: en diciembre hablamos. Punto”. Es decir, en ese momento, cuando se vuelvan a publicar encuestas y falten 5 meses para las elecciones, él verá cómo están las cosas.

Para Fajardo, hacer alianzas faltando 9 meses para las elecciones significa establecer compromisos con personas, sectores, partidos, etc. que en este momento no tienen la misma representatividad que tiene él, alrededor del 20% de intención de voto en las encuestas públicas e internas. Recordemos que Rodolfo pasó a segunda vuelta con el 28,15% de los votos en 2022. ¿Por qué un candidato, como Sergio Fajardo que ya tiene el aval de Dignidad & Compromiso (@dignidadycomp), va de primero con una quinta parte de la intención de voto, a 10% aproximadamente de lo que necesita para pasar a segunda vuelta, tendría que establecer compromisos con pre-candidatos que ni siquiera tienen el aval de un partido o apenas están recogiendo firmas y no superan ni siquiera el margen de error en las encuestas?

Entiendo la estrategia de la derecha ante la ausencia de candidatos fuertes. Instalar una narrativa alrededor de la necesidad de establecer alianzas con el centro bajo la idea de “unidad”. Ahora, si yo fuera Fajardo tampoco haría acuerdos por ahora, porque de la forma cómo se hace campaña (las alianzas que se establecen), se gobierna (los aliados con quienes se ejerce el poder). Que la derecha no obligue al centro a hacer lo mismo que tanto le ha criticado a la izquierda.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/juan-felipe-suescun/

Califica esta columna

Compartir

Te podría interesar