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Psicólogos, contratistas, docentes y funcionarios de la secretaría de Educación denunciaron que no van a poder atender a la ciudad en marzo, porque los van a poner a recoger firmas para Albert Corredor.
Daniel Quintero le entregó esta secretaría a Corredor para que la usara como botín burocrático al servicio de su campaña. Familiares, amigos y socios ocupan cargos claves, incluso la ex Secretaria Agudelo fue empleada de Corredor (la misma que fue detenida esta semana por orden de una juez, por corrupción en la contratación de la alimentación de los niños de Buen comienzo). En un evento esta semana, Corredor defendió a Agudelo, pidiendo a los empleados de la Secretaría que la rodearan.
Albert Corredor es una de las personas elegidas por Daniel Quintero para sucederlo, y ha sido denunciado públicamente por enviar mensajes de texto a personas sin su consentimiento, por ofrecer becas de su institución a cambio de votos para las elecciones del CMJ en Medellín, por los contratos que la alcaldía tiene con la empresa de su familia, y por certificar su propia tesis y la del alcalde Quintero siendo miembro de la junta del college de Miami que aprobó dichas tesis irregularmente, pues cursó la maestría y se graduó en su propia institución en el 2016, pero entregó su tesis a finales del 2017.
Las presiones en la Secretaría comenzaron en las elecciones legislativas, cuando les enviaron formularios a los empleados para que registraran datos personales como cédula y puesto de votación propios y de 15 familiares, y posteriormente recibieron 7 chats exigiéndoles que enviaran foto del voto por los candidatos de Julián Bedoya ‘votar por Juan Diego Echavarría y María Eugenia Lopera’. Los funcionarios de educación han denunciado presiones para:
- Entregar parte de sus salarios
- Compartir, comentar, retwittear e interactuar con publicaciones de Corredor en redes.
- Ir a sus eventos políticos, llevar gente y convocar a reuniones con familiares y amigos
- Registrar en formularios información personal como cédula y puesto de votación de mínimo 20 personas cercanas.
- Grabar videos con Corredor.
- Apoyar a la ex secretaria imputada en redes con la etiqueta #YoCreoEnAlexandra.
Y ahora les dijeron que la prioridad no era ir a los colegios, sino recoger firmas ¿y la atención en educación, alimentación y salud mental de niños?
Un capítulo de estas presiones se presentó en el pasado diciembre, cuando por grupos de WhatsApp o en persona les solicitaron a contratistas de la Secretaría asistir a fiestas y sancochos que hizo Corredor, obligándolos a firmar planillas en los sitios y enviar evidencias, como fotos o videos, de que asistieron. Estas fiestas costaron cerca de $500 millones de pesos. ¿De dónde sacó la plata?
Corredor organizó una “Gestapo” en la Secretaría de Educación, una policía secreta encargada de coaccionar y presionar al personal para que accedan a sus pretensiones, so pena de terminarles su contrato. Algunos de sus integrantes, denunciados por El Colombiano, son: Santiago Botero, Camilo Jiménez, John Jairo Rico, Daniel Castrillón, Ana Milena Roldán, Ana María Henao, Lina Cardona, Óscar Pasos, Dayan Alcides Marulanda y Juan Esteban Grisales. Amenazan a los empleados con la continuidad de sus contratos, les piden evidencias si quieren que les renueven luego de mitad de año y les recuerdan permanentemente que hay que cuidar el contrato. A quienes incumplen con sus exigencias, no les renuevan (como por ejemplo a los psicólogos del programa Entornos Protectores).
Si su jefe directo (con quien existe una evidente relación de poder) le “pide amablemente” que no falte a una reunión, ¿Eso es una invitación o una orden?
La secretaría ha sido usada como una plataforma política, desviándola de su verdadera misión, que es atender a niños, niñas y jóvenes de la ciudad, garantizar su educación, alimentación, acompañamiento y atención psicosocial. Esta desviación ha llevado a la Secretaría a una crisis permanente en múltiples áreas:
- En Buen Comienzo: Aunque el programa duplicó su presupuesto ($800.000 millones para 2020-2023 frente a $370.000 millones en 2016-2019), las cifras de gestión han estado por debajo de las logradas cada año desde 2009: En 2020 cerró con 4.000 niños menos atendidos en comparación con 2019 y de 12.925 madres atendidas en 2019, a 7.945 en 2020; Los niños entran tarde y salen antes: en 2020 la modalidad entorno familiar empezó el 20 de abril (un mes tarde) y con solo el 32,26% de la cobertura, en 2021 se tuvo el inicio de operación más tardío de la modalidad familiar del programa de los últimos siete años, en 2022 el programa solo arrancó a mediados de marzo y a final de año enviaron a los niños a sus casas una semana antes, y así mismo, en 2023 el programa empezó una semana tarde (con la gravedad que ello representa para los niños, teniendo en cuenta que la alimentación del programa les aporta casi el 70% de los nutrientes que requieren, en vista de que son de familias vulnerables); La cantidad de niños que se le asignan a una maestra en los jardines infantiles de Buen Comienzo aumentó. En 2019, a una educadora le correspondían 25 menores de edad por aula; dos años más tarde, el número era de 36. Finalmente, docentes han denunciado inestabilidad laboral, llegando a ser contratados para apenas un par de días
- En el PAE: recorte de cupos, incumplimiento de horarios, cambio de raciones y demoras en la contratación de personal, aun cuando tuvo casi $50.000 millones más en 2022 que en 2021.
- El 95% de las instituciones educativas de Medellín presenta un avanzado deterioro en su infraestructura física, según cifras de la propia Secretaría de Educación.
- ITM entró en paro cuando la alcaldía anunció que reduciría su presupuesto en un 13,4% para 2023, poniendo en riesgo programas como el del almuerzo gratis.
Y he aquí la constante: aun cuando ha habido más plata en los programas, hay menos cobertura, corrupción e irregularidades ¿Cómo es posible que un programa teniendo el doble de recursos, tenga menos cobertura y peores indicadores? Desde el año pasado preguntábamos a dónde se ha ido la plata, aquí empiezan a aparecer las respuestas.
Cuando un corrupto le roba a los niños, roba más que plata: es un ladrón de futuro, un ladrón de sueños y de oportunidades.
La caída de la Secretaria va a desatar un efecto dominó. Lo de esta semana es un paso hacia la caída de una red criminal que se robó los recursos de Medellín. La ciudad les confió billones de pesos para que invirtieran en la educación, alimentación y desarrollo de los niños y niñas más vulnerables y ellos los usaron para enriquecerse y para comprar elecciones. Ojalá esta secretaria, al igual que en el carrusel de la contratación de Bogotá, entregue a quienes le dieron la orden, ojalá en uso del principio de oportunidad cuente la verdad sobre la corrupción de Quintero, Corredor y todos los que los rodearon, y ojalá todos terminen presos. Ojalá no vuelvan a tocar un peso público en sus vidas. No merecen tal dignidad.
Pronto se inscribirá la campaña que ha estado presionando y coaccionando a los empleados de la Secretaría de Educación. Ni una firma, ni un apoyo, ni un voto para ellos. A contratistas y funcionarios les digo: no se dejen extorsionar. No dejen que pisoteen su dignidad. Guarden chats, audios, correos y pruebas de lo que está pasando. Ya cayó la secretaria, y van a seguir cayendo sus jefes y subalternos. Ustedes trabajan para Medellín, No para un proyecto político corrupto. Esta ciudad les paga por su conocimiento, por su experiencia y para que atiendan a los niños, niñas y jóvenes que más los necesitan. Cuenten con nosotros. La ciudad los va a rodear.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/esteban-jaramillo/