La transición energética es uno de los temas más polémicos y relevantes que enfrentamos como humanidad, pues se fundamenta en la base del funcionamiento de nuestra sociedad actual, a la que ya no podemos renunciar. El manejo de la energía se ha vuelto tan imprescindible y nos ha permitido lograr todo lo que tenemos ahora.

El problema radica en que los medios y las motivaciones por los que hemos conseguido esa energía están generando tantos problemas adicionales que no es posible mantenerlos por mucho más tiempo. Por eso debemos tomar medidas radicales ahora, que nos permitan tener un manejo eficiente de la energía y asegurar que podemos obtenerla sin afectar tanto a otros sistemas.

El uso de combusibles fósiles, de manera especial en Colombia, ha tenido demasiada relevancia a nivel económico y funcional; esa relevancia es tal, que dependemos casi completamente de ellos. Eso no solo fue mala idea a nivel ambiental y de salud pública, sino a nivel estratégico y de sentido común, pues al ponerle tanta fuerza solo a algunas fuentes de recursos y energía, aumenta la vulnerabilidad y la variabilidad de los resultados que pueden generar; y eso lo estamos viendo ahora. Hace referencia a ese dicho de poner todos los huevos en la misma canasta, para eso sí que estamos entrenados.

La discusión sobre las implicaciones que eso tiene en todos los niveles hay que tenerla, pero creo que se está queriendo desviar la atención de lo fundamental, que es, en principio, tener la posibilidad sobre la mesa, y por otro lado, evidenciar que estamos en una posición en la que las opciones no son muchas, pero que no es una cuestión de negro o blanco, como muchos parecieran pretender.

El futuro se nos vino encima y hay que tomar decisiones radicales ya. Si seguimos esperando cobijados con las excusas de siempre, solo por seguir haciendo las cosas como se han venido haciendo, no va a haber muchas esperanzas para la vida en este planeta.

Creo que la clave de todo esto es entender que no podemos pretender separar tanto las acciones que hacemos porque todo está interconectado, esto porque hemos querido homogenizar y simplificar tanto, que hemos perdido de vista que cada una de esas partes y formas de hacer las cosas pertenecen a un conjunto mayor y afectan directa o indirectamente a otras cosas. Y esto se ve desde nuestro propio cuerpo hasta un bosque y el planeta entero. En ese sentido, la energía tiene un papel fundamental; el mundo que tenemos ahora no es posible sin energía, pero el mundo que nos va a tocar en unos años no es viable si no cambiamos las formas de obtener esa energía.

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