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Un par de sillas “Rimax” vacías por los que ya no están. Al fondo, unos platanales. El patio de muchos latinoamericanos. Una portada, muchas historias de vida. O de nuestros países.

Las fotos que no se tomaron, los recuerdos que no quedaron registrados: DeBÍ TiRAR MáS FOToS, el nombre del álbum.

Bad Bunny se arriesgó y sacó un producto político. En una época en la que a muchos artistas se les aconseja mantenerse alejados de los debates públicos, el puertorriqueño Benito Antonio Martinez Ocasio fue capaz de hacer un fuerte statement por su hogar: Puerto Rico.

La isla, un protectorado estadounidense de poco más de tres millones de habitantes, se divide entre los que quieren acercarse más a Estados Unidos -incluso, convertirse en el estado 51- o en aquellos que buscan más autonomía -o hasta la independencia-. Benito pertenece a los segundos.

Muchos puertorriqueños están cansados de ver lo que nos ha tocado presenciar acá en Medellín: barrios gentrificados donde el inglés de los nómadas digitales reemplaza al español, donde los negocios de siempre se sustituyen por grandes cadenas. Su isla convertida en un resort vacacional para los estadounidenses de la mainland.

Mientras tanto, por las crisis económicas, hay una diáspora inmensa de ‘boricuas’ a los que les tocó buscar mejores oportunidades. De ellos habla mucho el disco.

De ahí que empiece con ‘NUEVAYoL’, un tema referente al principal destino de los que se han ido. Me fascinó que empieza haciendo un homenaje a grandes de la salsa como El Gran Combo de Puerto Rico y Andy Montañez con un sample de ‘Un Verano en Nueva York’.

Cada canción tiene diferentes mensajes que, con su ambigüedad hábil, pueden referirse a un desamor o a la situación de Puerto Rico. Me imagino que ya lo han escuchado; si no, los invito a hacerlo para saber a qué me refiero.

Benito logró no sólo poner su álbum de primero en la mayoría de los países del mundo, sino que logró que una Salsa y una Plena ubicaran los primeros puestos: BAILE INoLVIDABLE y DTmF, respectivamente. Dos ritmos característicos de la isla, de los que cualquier boricua se siente orgulloso.

Una cuestión que me ha rondado la cabeza constantemente es si debemos hacer responsables a los artistas por sus posturas políticas. Y he llegado a la conclusión de que sí. Eso no implica, necesariamente, exigirles más que a los políticos, pero sí exigirles conciencia social. Tienen plataformas monumentales como para que no la tengan.

Para este proyecto, Benito contó con la colaboración de Jorell Meléndez Badillo, historiador puertorriqueño y autor del libro Puerto Rico: historia de una nación. Quiso un producto que tuviera contenido histórico, que enseñara a la gente acerca de esta isla en medio del Caribe de la que muchos no saben casi nada.

Bad Bunny quiso poner a Puerto Rico en el mapa y lo logró. Tiene a gente de todo el mundo bailando los ritmos de su isla, de su hogar. Incluso, hará una ‘residencia’ en la isla: treinta conciertos para que la gente de todo el mundo vaya, contribuya a la economía y conozca la cultura. Eso sí, de esos treinta, nueve serán sólo para puertorriqueños.

DeBÍ TiRAR MáS FOToS demuestra que la música urbana puede experimentar más allá de los ritmos más comerciales; sobre todo, que puede ser más que las letras que hablan de coqueteos de discoteca. Que puede juntarse con los ritmos de timbal para resignificarlos en las nuevas generaciones. Que el baile y la rumba también pueden enseñarnos algo, dejarnos un mensaje de libertad.

Todo es una prueba clara de un artista que se dio cuenta que, sin su gente, no estaría en la cima. Me parece admirable que esté retribuyendo a su lugar de origen, su hogar, de esa manera. Que haya logrado juntar a las generaciones; que haya abuelas y nietos cantando su álbum al unísono.

Y que, detrás de todo, esté el canto y el anhelo de un pueblo vibrante que pide volver a abrazar a sus seres queridos y, sobre todo, libertad.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/esteban-mejia/