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La profunda desconexión que tenemos ahora con el mundo natural nos está enfermando el cuerpo, la mente y el espíritu, al punto que nos volvemos una especie de moribundos acomodados en nuestras burbujas de placer, tecnología y poder.
El quiebre tan grande que creamos entre la naturaleza y la sociedad es, a mi parecer, la causa más grande de los problemas profundos que tenemos y la raíz de esa indiferencia, del egocentrismo y de la incapacidad de ver el valor del otro solo por sí mismo y no por lo que vale para mí o por los beneficios que me trae.
Esa enfermedad se nota en todas las esferas. Hay epidemias de todo tipo, desde trastornos mentales, obesidad, diabetes, sedentarismo, hasta, odio y desesperanza. Un abanico completo de problemas que hemos comenzado a normalizar para no hacernos cargo y pretender que siempre han estado ahí.
Yo estoy convencido de que el camino a seguir está en reconectar con la naturaleza, dejando que ella nos ayude a encontrar nuestro propio ser y nos impulse a ser la mejor versión de nosotros mismos; una versión nuestra que tiene en cuenta los intereses de los otros y que se siente parte de algo que necesita cada pedazo para funcionar en armonía.
Desde ahí puede venir todo lo que necesitamos para resolver los más dramáticos problemas que vivimos, desde la cura a tantas enfermedades que mencionaba, pasando por la pobreza y el hambre, hasta el cambio climático y la corrupción.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/esteban-perez/