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Esta semana escuché a dos personas diferentes haciendo el mismo comentario, decían que quién iba a tener hijos sabiendo como estaba el mundo, en alusión al desplome de la tasa de natalidad en Colombia que, además, es un fenómeno global. Y aunque evidentemente el mundo dista de ser el Edén, lo curioso es que vivimos en el mejor momento de la historia de la humanidad, estamos en el mejor momento para multiplicarse.
Que sigue habiendo guerras, tiranos, injusticias, pobreza y epidemias ya lo sé, en el 506 y en el 2024 también, pero la proporción ha cambiado por completo. Para la humanidad, sufrir alguno de los anteriores males había sido la regla a lo largo de su historia, sin embargo, ahora es la excepción. Con datos oficiales, y con el capitalismo como la principal explicación, el escritor noruego Johan Norberg en su libro Progreso, da cuenta de las impresionantes mejoras en todos los aspectos de la vida, y de lo generalizadas que están a lo largo del planeta.
Incluso Colombia no es la excepción, cifras como el ingreso per cápita, la cobertura en salud, los niveles de formación, la expectativa de vida o la tasa de homicidios dan cuenta de una positiva y acelerada transformación durante los últimos 40 años. Aunque también es cierto que todos esos logros y avances fueron minimizados por el sector político que hoy nos gobierna, quienes además se han encargado decididamente a borrarlos.
Precisamente por eso es importante que valoremos este momento histórico, y parte por ser conscientes de lo excepcional y maravilloso que es. Especialmente reconociendo que sus fuentes son el capitalismo por un lado, y las instituciones liberales y democráticas de los Estados por otro. Incluso en este periodo, discriminaciones que aún persisten como el racismo o el machismo, languidecen si se comparan con el pasado, estamos sin duda en la época más igualitaria.
Que mi generación no se reproduzca porque prefiere una vida sibarita de viajes, restaurantes y conciertos es una cosa, y una opción válida por cierto; pero que la excusa no sea que no tenemos hijos porque el mundo es terrible, pues en realidad es justo al contrario, es un gran momento para reproducirse.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/jose-valencia/