La Silla Vacía, desde el 2018 hace un análisis del desempeño de las encuestadoras luego de cada elección, evalúa lo acertado de sus predicciones y la transparencia en su ficha metodológica. En ese listado, Invamer siempre ha sido la firma mejor evaluada. Incluso los políticos, que dudan de todo y con razón, confían en ella. Cada que se publica una nueva, se inundan los grupos de WhatsApp de sus equipos de trabajo con el PDF de los resultados completos, especialmente con vistas a acomodar sus posturas según los cambios en la dirección del viento que la encuesta va mostrando.

Por eso fue tan determinante para el mundo político la reciente publicación de los resultados de esa firma encuestadora para las elecciones locales. Los datos de Medellín son demoledores, no sólo porque Fico lleve 50 puntos de ventaja sobre el segundo, sino porque además lo conoce el doble de la gente que a quien lo sigue (a pesar de la millonada en publicidad que le están invirtiendo a éste). Federico gana en todos los estratos y edades, y hasta sale victorioso entre quienes se definen como votantes de izquierda.

Y sí, digo que Fico es ganador porque claro, una encuesta formalmente no decide nada, pero en la práctica define muchas cosas. Es que no nos digamos mentiras, salvo nuestra rara minoría de hinchas del DIM, la mayoría de personas está interesada en ganar. Tanto por algún interés en tener influencia en la administración, como por querer que su voto sí se vea reflejado en el gobierno.

Invamer sepultó cualquier posibilidad de una tercería, pues ninguno de los que la intentó superó al margen de error (pobre centro, siempre leyendo mal el momento político, en vez de haber llegado fuertes donde Fico e incluir en el nuevo gobierno cosas de su agenda). Y le pone el agua al cuello a los candidatos de Quintero, pues sucede que a los politiqueros que los acompañan les interesa también ganar, y no tendrán ningún problema en abandonar el barco del alcalde si ven que no va a llegar a ningún puerto.

Dos meses pueden resultar muy largos y pasarán muchas cosas, pero cada vez es más clara la tendencia a que Federico Gutiérrez arrase en las urnas. Colombia está corrigiendo el rumbo y volviendo de nuevo a la derecha.

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