Escuchar artículo
|
Medellín se siente derrotada, ha visto a un Alcalde que miente y destruye sin ningún obstáculo ante la complacencia de poderosos sectores políticos, la lentitud de la justicia y la inoperancia del Concejo (salvo un par de excepciones). Los logros de una ciudad en poco más de una década de transformación se evaporan, se nota en el aspecto físico urbano que es tanto deprimente como un reflejo de su descomposición social profunda.
El panorama nacional no ayuda, los paisas apoyamos masivamente la opción contraria al actual gobierno, que ya a empieza a cosechar nefastos resultados económicos producto de sus políticas. En Antioquia sentimos que perdimos relevancia para el país, mientras la calidad de vida de todas las personas se deteriora rápidamente. Un agobio.
No ayuda para el estado anímico regional que grandes hitos de la historia de la ciudad tienen grietas: el Metro en crisis financiera y con su expansión en riesgo, la Plaza Botero cercada, EPM hediendo a corrupción y politiquería, el GEA recibiendo sin mayor respuesta los golpes de Gilinski y Quintero, Buen Comienzo como si fuese un cartel, los colegios públicos deteriorados…
Salir de un bache así es difícil, porque hay que sobreponerse a la tristeza colectiva al tiempo que se derrota a un enemigo astuto, poderoso, enriquecido y sin escrúpulos. El palo no está pa cucharas, no estamos para esperar a que surjan nuevos liderazgos que puedan disputarle el poder al entramado Quintero – Petro, Medellín necesita de un político consolidado y curtido: que se lance Fico.
Y por supuesto, no creo en mesías ni en salvadores, mucho menos que Fico sea perfecto o que una persona vaya a traer la solución a todos los problemas colectivos, pero es que ganar el poder para que quede en manos de quienes sí nos duele y nos interesa el destino de Medellín es el primer paso, y solo Federico Gutiérrez puede lograrlo.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/jose-valencia/